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(正または負、予期しない裏切り, Sei Matawa fu, Yoki Shinai Uragiri) | |||
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Información | |||
Anterior | La Razón de Toda Acción | ||
Siguiente | Viaje al Bosque de la Desolación | ||
Saga | Yashamaru Gaiden: Entre la Lealtad y el Poder | ||
Personajes | |||
Hoshi Yagami Yashamaru Atsuryoku Kazuki Atsuryoku Tsuki Yagami Ryuk | |||
Jutsus | |||
Ataúd Aureoférrico Elemento Viento: Armas Mejoradas de Viento Escudo Aureoférrico Jutsu: Clon de Arena Muro Aureoférrico Ola Aureoférrica | |||
Objetos | |||
Aureoferrídio |
Introducción[]
En la misma habitación que en La Razón de Toda Acción, Yashamaru se sirve vino en una copa de cristal. Tras dar unos tragos a esta, comienza su relato.
Yashamaru: En fin, mi historia comienza en Sunagakure, pasados unos 29 años de la Cuarta Guerra Mundial Shinobi, nací en el seno del Clan Atsuryoku, un clan muy venerable y respetado de esta aldea. Mi madre era Hoshi Yagami, mi padre, Kazuki Atsuryoku; debido a mi madre, me encontraba familiarizado con el Clan Yagami, el clan de mi primo, Tsuki Yagami. En este relato que les contaré ahora, yo tenía doce años, les mostraré como entrené el Elemento Magnético con mi padre, mis relaciones familiares y, en especial, como es que pasé a poseer el liderazgo del Clan Atsuryoku, y, de esta forma, el comienzo de mi rivalidad con Tsuki, quien se convirtió en líder de su clan aproximadamente cuando yo tomé el liderazgo del mío.
Entrenamiento, Padre e Hijo[]
Se puede ver un terreno seco, con apenas unos pocos pastos secos, sopla una pequeña brisa, a la distancia se puede ver a dos personas caminando, vienen desde una gran estructura a tono con el paisaje. Pasado un poco de tiempo, se les puede observar con mayor nitidez, uno es un hombre ya entrado en años, el otro no es más que un niño, ambos avanzan hacia lo que parece ser una plataforma desde la que se puede ver por completo el páramo.
Joven: Entonces... ¿Ya comenzaremos con mi entrenamiento, papá?
Padre: Si Yashamaru, ahora empieza tu educación en el manejo del Elemento Magnético.
Yashamaru: Entonces comencemos Kazuki, quiero comprender más sobre el principal kekkei genkai familiar.
Kazuki: Si que tienes prisa en aprender, comenzaremos por lo básico, mira, nuestro cuerpo es como un gran imán, pero podemos controlar el magnetismo que este genera.
Delante de Kazuki comienza a flotar el polvo del piso, cosa que sorprende a Yashamaru.
Yashamaru: ¡¿Cómo puede ser?! ¡¡Si eso es polvo, no es metal!!
Kazuki: Te traje a entrenar a este lugar por la razón que ahora mismo flota frente a tus ojos, antiguamente se usó este páramo como mina a cielo abierto, por una orden del Daymio del Viento, cuando terminaron de extraer todos los metales útiles tan solo dejaron este resto, el cual quedó magnetizado por aquellos metales que anteriormente lo conformaban. Al ser tan solo un simple polvo fino, es mucho mas fácil de manipular que armas como el Polvo Dorado del Yondaime o la Arena de Hierro del Sandaime.
Yashamaru: Entiendo todo eso, ¿Pero en qué me ayuda que sea más liviano para poder manipularlo?
Kazuki: Aunque alguien experimentado puede mover grandes y muy pesadas masas mientras estas sean magnéticas, si eres tan solo un novato con esto no podrás levantar la cantidad suficiente de Arena de Hierro para pelear, por eso, para mostrarte los conceptos básicos del kekkei genkai, usarás este polvillo. Pero basta de cháchara inútil, mira, primero harás lo siguiente: Has que tu chakra fluya rápidamente a través de tu cuerpo, ese es el primer paso para controlar la técnica. Cuanto más chakra recorra tu cuerpo, más rápido lograrás hacer reaccionar aquello que quieres que se mueva, sin embargo, a pesar de poseer un amplio caudal de chakra, si no tienes la técnica en sí no servirá de mucho. Ah, lo olvidaba, concéntrate en aquello que quieres lograr, para que sea simple, piensa en una nube.
Yashamaru: Lo haré papá.
Yashamaru realiza las indicaciones dictadas por su padre. Al principio, el polvo se levanta un poco, para caer al momento, pero pasado un tiempo, este comienza a flotar delante del aprendiz, formando una nube de polvo.
Kazuki: Vaya, no esperaba que lograras hacerlo tan rápido, hay gente a la que le toma semanas, a mi me tomó días lograr eso, pero lo acabas de hacer en poco más de una hora, me sorprendes Yashamaru. Como lograste formar la nube tan rápido, saltearemos el darle una forma definida a los objetos, pasaremos directamente al control de masas grandes de polvo.
Yashamaru: (Forma una mano de polvo, cuyo pulgar apunta hacia arriba) Perfecto, me siento lo suficientemente preparado...
Kazuki: Si pasamos a manipular grandes masas del elemento magnetizado, lo usual si no desarrollamos bien las fases anteriores es que perdamos rápidamente el control de estas y que aquel efecto que buscamos se derrumbe en consecuencia. Como a mayor cantidad mayor magnetismo debemos generar, haremos un entrenamiento de control de campo magnético, esto es así, arrojaré estas esferas fuertemente contra ti, están hechas de hierro puro, por lo que responderán al momento a tu campo magnético. No me contendré, por lo que lograste recientemente, deberías ser capaz de frenarlas al momento, solo debes evitar que te den y dejarlas suavemente en el piso.
Yashamaru: Entonces vamos a comenzar, veamos si es en verdad duro manejar el Elemento Magnético.
Kazuki comienza a arrojar las esferas, las cuales vuelan a toda velocidad contra Yashamaru, este, sin embargo, y casi sin inmutarse, las mantiene en el aire, para luego ponerlas a girar sobre su cabeza.
Yashamaru: Vamos, esto es muy fácil, así podría manejar algo más complejo que el Polvo Dorado.
Kazuki: Está bien, debo admitirlo, eres muy bueno en esto, por lo que cuentas con mi aprobación como líder del Clan Atsuryoku. Ahora tendrás derecho a buscar tu propia arma de magnetismo.
Yashamaru: Gracias padre, pero creo que debería aprender alguna técnica básica de combate primero.
Kazuki: Ahora no es necesario, tan solo eres un genin, tendrás tiempo para crear o aprender técnicas más adelante.
Curiosa Mezcla, el Nacimiento del Aureoferrídio[]
En un cuarto poco amueblado, con bastante polvo, se puede ver a Yashamaru sentado frente a una mesa de trabajo, en esta se aprecian muchas muestras de diferentes metales, algunos de los cuales son muy raros.
Yashamaru: A ver, tengo todo esto, debo buscar las cosas que más me puedan favorecer en batalla. Titanio, me puede ser muy útil, es bien resistente tanto a la fuerza como a la corrosión. Hierro, me viene muy bien, al poseer su propio campo magnético lo puedo aprovechar para aligerar las cosas. Plata, muy maleable, para darle forma a la masa es muy útil. Osmio, muy duradero y duro, para aplicar fuerza. Iridio, junto con el Osmio, son de lo más pesados, además, soporta corrosión a altas temperaturas, bueno para la defensa. Platino, maleable y dúctil, no se disuelve en ácido. Oro, al no tener casi reacción alguna con químicos me sirve, sin embargo es diamagnético, me costaría manejarlo si no los mezclo bien. Mercurio, venenoso y líquido.
Yashamaru mezcla todos los componentes elegidos, fundiéndolos en un horno. Terminada la fusión, saca el componente resultante con su elemento.
Yashamaru: Curiosa mezcla, es magnética por su alta cantidad de Hierro, pero con el resto de componentes es mucho más resistente que este, me parece que conseguí una excelente arma. Pero ahora debo probarla...
Yashamaru sale del edificio, yendo hacia el campo de entrenamiento de la aldea. Una vez allí se cerciora que no haya nadie en el lugar.
Yashammaru: A ver, veamos que sucede...
Yashamaru se concentra, realizando los pasos que le indicó su padre, tras pensar un tiempo, comienza a moverse.
Yashamaru: Si lo que me dijo mi padre es cierto, si acompaño el pensamiento mientras moldeo el chakra con algún leve movimiento, la técnica saldrá mejor de lo que saldría si me mantengo completamente quieto.
Realizando las indicaciones sugeridas, Yashamaru comenzó a realizar sellos de manos.
Yashamaru: (Realizando los sellos) Caballo - Dragón.
Arriba de Yashamaru se formó una gran masa de la amalgama, se podía ver desde el costado su gran volumen.
Yashamaru: Peculiar, yo tan solo pensaba en un gran muro, pero no preví esto... Lo llamaré Muro Aureoférrico.
Yashamaru, aprovechando que ya tenía esa gran cantidad bajo su control, formuló la idea de una gran onda expansiva, no obstante, esta en vez de arrasar con el campo como el usuario pensó que sucedería, tras avanzar unos cuantos metros se derrumbó, sin haberse terminado de desarrollar el jutsu.
Yashamaru: Esto es raro, hice todo lo necesario, pero no rematé la técnica con el sello Dragón, parece ser que este me otorga potencia en cuanto a mi magnetismo, lo incluiré en mis técnicas de este tipo...
Así como practicando desarrolló estas técnicas, durante el resto del día logró ampliar su uso del magnetismo, mostrándose técnicas como el Ataud Aureoférrico, la Armadura Aureoférrica, el Clon de Arena y el Escudo Aureoférrico.
Yashamaru: Ahora comprendo porqué es que el Tercer Kazekage era considerado un shinobi tan fuerte, ¡Con esta habilidad puedes hacer lo que sea!
Asperezas Externas, ¡Tu no eres de mi Clan![]
Se ve una gran casa, Yashamaru camina hacia ella, entra, saludando a su madre al hacerlo, ella responde a su saludo.
Yashamaru: Mamá, no sabes lo que he logrado, ya tengo mi propia mezcla metálica para combatir.
Hoshi: Eso es excelente hijo, ¿Cuales son sus componentes?
Yashamaru: Hierro, Plata, Osmio, Iridio, Platino, Oro y Mercurio.
Hoshi: Eso debe ser muy pesado, ¿Puedes manejarlo del todo?
Yashamaru: Si mamá, aunque es pesado, tengo la suficiente capacidad para manipularlo.
Voz desde la entrada: ¡¡Tía, vengo de visita!!
Hoshi: ¿No puedo creerlo, Tsuki?
El curioso personaje entra en la habitación, mira un poco en rededor y luego va al encuentro de su tía.
Tsuki: Si, soy yo, ¿Por qué te sorprendes tanto? Te avisé que vendría.
Hoshi: Ya lo se, solo que no pensé que vendrías tan rápido.
Tsuki: ¡Ah! Lo lamento, no te saludé primo. Cómo estás.
Yashamaru: Algo cansado, a decir verdad, ¿Que te trae por aquí?
Tsuki: Nada, acaso tengo que tener razones para venir aquí.
Yashamaru: ¡Deberías tenerlas! Ya sabes que actualmente hay tensión entre nuestros clanes.
Tsuki: Y a mi que, nadie maneja mis acciones.
Yashamaru: No se puede uno preocupar por ti... En fin, no importa, vamos a pasar el rato.
Yashamaru y Tsuki estuvieron charlando amigablemente entre sí hasta el anochecer, llegado ese momento, Tsuki se fue hacia su morada.
Hoshi: No comprende que si lo ven aquí lo pasará mal...
Yashamaru: Mal por él, pero nosotros no podemos hacer nada.
Crecimiento, el Dolor de Nuestras Metas[]
Estaba atardeciendo por la ventana del cuarto de Yashamaru, este, unos dos años mayor que en la anterior escena, mira ese anaranjado resplandor y escribe algo en un cuaderno, súbitamente, cierra el libro y sale de su cuarto.
Yashamaru: Mamá, ¿Asume hoy su cargo?
Hoshi: Si, ve a verlo, a él le gustaría que lo visitases.
Yashamaru: De acuerdo, entonces me voy ahora.
Yashamaru sale de su hogar, y comienza a caminar hacia el centro de Sunagakure, en un momento, cuando estaba llegando a la zona del Hospital, una voz le grita desde un tejado.
Voz: ¡Hey! ¿A donde vas?
Yashamaru: Yo voy a donde se me place Tsuki, nadie maneja mis acciones, pero me estás ahorrando camino, te iba a buscar a ti.
Tsuki salta del tejado del edificio, aterrizando al lado de Yashamaru.
Tsuki: Así que al final si vas a ir a la asunción eh.
Yashamaru: Pensé que partiría junto a ese destacamento ANBU para probar mis aptitudes hoy, pero parece que hubo un problema en la frontera, por lo que los mandaron en misión hacia allí, es por eso que puedo ir.
Tsuki: Entiendo, mala suerte para ti, ahora vamos a mi nombramiento.
Yashamaru: En fin, vamos...
Ambos shinobis siguieron su camino, yendo a esa ceremonia, en la cual se le otorgó a Tsuki el título de líder del clan Yagami, en sucesión a su padre, quien había fallecido misteriosamente días atrás. Ya terminada la ceremonia, Yashamaru se reunió con Tsuki en uno de los salones del edificio del Kazekage, quien había mandado llamar a ambos.
Yashamaru: ¿Para qué nos habrá llamado?
Tsuki: Quien sabe, pero debemos esperar a que llegue, nunca se anda con tonterías.
Yashamaru: En fin, creo que tienes razón.
Ambos esperaron unos momentos, pasados los cuales entró el Kazekage, quien habló claramente a ambos.
Kazekage: Tengo dos cosas que decirles a ambos, una es una felicitación, la otra es un informe, supongo que ya saben para quien es cada cosa. Tsuki, ahora que lideras tu clan, te pido que mantengas en alto los ideales tomados por tu ya finado padre. En cuanto a ti, Yashamaru, he de decirte que los ANBU a quienes acompañarías han encontrado dificultades en el territorio al que fueron enviados. Sin embargo, viendo como han avanzado tus habilidades, con el buen visto del consejo he aprobado lo siguiente, te probarás junto a un selecto grupo de Tokubetsu Jōnin, no será el mismo nivel, pero será lo suficiente.
Apenas terminaba el Kazekage de informar esto a ambos, cuando un shinobi entró corriendo a la estancia en la que estos se encontraban, este se encontraba jadeando y fuera de sí.
Shinobi: ¡¡¡Kazekage-sama, han atacado dentro de la aldea!!!
Kazekage: ¡No puede ser! ¡hay destacamentos cuidando las entradas!
Shinobi: ¡Lo sé, es imposible!
Yashamaru: Por favor, tranquilízate e infórmanos de lo sucedido.
Shinobi: Lamento tener que informarles esto, pero no hay opción, han asesinado a gran cantidad de miembros de diferentes clanes de la aldea. Cuanto más buscamos más muertos encontramos, la situación es terrible, ahora mismo están registrando la casa del líder del Clan Atsuryoku.
Kazekage: Esto es terrible, ordena a las divisiones ANBU bloquear todas las salidas, esto no tiene precedentes en la historia de la aldea. Tsuki, Yashamaru, por favor, les pido que se retiren...
Yashamaru y Tsuki: Pero Kazekage, nosotros podríamos ayudar a...
Kazekage: ¡Ustedes se deben retirar, ahora!
Yashamaru y Tsuki: Si Kazekage-sama.
Ya en la salida del edificio del Kazekage, ambos ninjas se dispersaron. Yashamaru fue hacia su casa, al llegar encontró a esta completamente en silencio, a pesar de suponerse que debería haber ANBUs rondando la zona, en este lugar no había nada más que un sonido nulo, inexistente, que, en conjunto con la noticia que le acababa de ser informada por el Kazekage, llenaba de nervios a Yashamaru.
Yashamaru: Cuanto silencio... Esto no me gusta nada, debería haber más shinobis rondando la zona, considerando que estamos en estado de alerta.
Yashamaru entró a su hogar, sin embargo, este lugar silencioso y oscuro distaba demasiado de lo que solía ser el hogar de Yashamaru, una casa cálida, en la cual siempre se podía ver a la madre de este trabajando dentro de la casa, o a su padre, quien debido a su cargo solía traer importantes visitas, en contraste a esto, la visión de la casa no era más que la de una cáscara, una fachada, que, a pesar de verse exactamente igual a lo que antes fue la casa de aquel shinobi, carecía del sentimiento que trae a uno volver al hogar.
Yashamaru: ¿Hola...? ¡¿Hola...?! ¿Padre? ¿Madre? ¿Algún amigo?
Desde el salón se escuchó un pequeño quejido, el cual bajaba rápidamente de volumen en aquel silencio espectral. Escuchando esto, Yashamaru corrió hacia allí. En el piso estaban tanto su madre como su padre, este, ya sin vida, mostraba marcas de un reciente combate, sin embargo, su cuerpo, que se veía tan desgastado, no mostraba lo que había sido en vida de aquel hombre, su vida, literalmente, había sido consumida por aquel sujeto que se encontraba cerca de los cadáveres, sin embargo, la espectral luz del ambiente no alcanzaba para siquiera verle a la cara.
Hoshi: (Haciendo esfuerzos para hablar) Ya-Yashamaru, yo, nosotros, tratamos de pelear, sus fuerzas son grandes, no es el mismo que antes, por favor, no lo enfrentes...
Yashamaru: ¡¿QUÉ?! ¡Conocemos a este tipo!
Hoshi: Si, el es...
Asesino: Ya has hablado demasiado, Yagami...
El asesino posó su palma sobre la cara de Hoshi, tras hacer esto, ella emitió un grito, tras este tan solo hubo silencio, Yashamaru miraba al asesino, y este le devolvía la mirada.
Yashamaru: Esa voz... ¡No! ¡No puede ser posible! ¡De entre todos aquellos capaces de traicionar a la aldea, matar a sus conocidos y convertirse en ninjas renegados, tú, tú eres aquel que hace esto! ¡No puedo creerlo, te acompañé a tu nombramiento, nos movíamos como equipo!
Tsuki: Te abriré los ojos, mira, he conseguido un poder oculto, mira esto, te mostraré lo que sucedió aquí.
Yashamaru se encontraba paralizado, miraba a su alrededor, entonces descubrió que no solo sus padres estaban en la habitación, a su vez, en los costados se podían apreciar los cadáveres de aquellos ANBUs mandados al lugar a investigar lo ocurrido. Tsuki se movió un paso al frente, donde la luna iluminó su rostro, llevaba un traje marrón, sin embargo, sus ojos, otrora marrones, estaban rojos, pero no eran el dojutsu del clan de la guerra, estos ojos eran diferentes, eran los ojos de una bestia, una bestia en forma humana, tampoco era una bestia, inspiraban el temor que estas generan, pero se advertía un gran brillo de inteligencia en ellos.
Yashamaru: Tsuki, tus ojos... Que le pasó a tus ojos...
Tsuki: Eso es obra de él, aquel a quien he sometido bajo mi dominio, lo peor de todo esto es que me mueve contra mi mismo, me empuja a hacer cosas que no quiero hacer, ha implantado su voluntad en mi cuerpo, he conseguido un gran poder, pero a que costo. Fui yo, yo maté a todos esos ninjas, pero están en un lugar incluso peor que ese Tártaro del que todos temen, no, ellos están con el, para siempre, nadie los liberará de su tormento ahora.
Yashamaru: ¡Tu monstruo, mira en qué te has convertido, la búsqueda de poder te ha cegado por completo, ahora solo tengo un camino, mi deber como shinobi me obliga a hacer esto, Tsuki, debo matarte!
Tsuki: Esto es tan doloroso tanto para mí como para ti Yashamaru...
Yashamaru: No hay de otra, ¡Ahora muere!
Tsuki: No me matarás si no te empeñas en lograrlo...
Yashamaru saltó hacia Tsuki, con un kunai infundido en viento hacia Tsuki, sin embargo, este, demostrando una gran agilidad, golpeó a Yashamaru en la boca del estómago, cayendo de dolor, tras esto el Yagami posó su mano sobre Yashamaru.
Yashamaru: También piensas en matarme, acepto la muerte sin temor.
Tsuki: Me cuesta evitar hacerlo, su poder sobre mí es muy grande, no te mataré, ahora verás lo que sucedió antes de ese dichoso nombramiento.
Tsuki posó sus dedos índice y mayor izquierdos sobre los párpados de Yashamaru, de repente, este cayó dentro de un profundo sueño.
Tsuki: Mejor me voy, no quiero volver a causar estos daños a mi aldea.
Comienzo del Recuerdo
Se ve a Tsuki entrando a una habitación en la penumbra, en esta, se podía observar una caja, sellada con diferentes inscripciones, cadenas, además de verse una advertencia en forma de cartel sobre esta.
Tsuki: Es raro, ahora me han dado derecho a acceder a esta cámara, no entiendo porque no pueden entrar todos aquí, lo único que hay es una vieja caja oxidada.
Tsuki se acercó a la caja, comenzando a liberar las cadenas.
Tsuki: Sería divertido si lo que mi padre me ha dicho resulta cierto.
Tsuki termina de desarmar la caja, en esta, había una pequeña urna
Tsuki: A ver si sucede algo. ¡Yo te libero bajo los poderes que mi clan me ha concedido, Ryuk, te pongo bajo mi dominio sobre este sello!
Tsuki dibujó un sello en el piso de la estancia, posando la urna en este. Tras terminar este ritual, la urna comenzó a temblar, despidiendo una densa humareda negra, la cual fue rodeando poco a poco a Tsuki.
Tsuki: Que, que está sucediendo, no puede ser verdad...
Entre la humareda se apreciaban unos brillantes ojos rojos, los cuales miraban con malicia al Yagami.
Ryuk: Gracias por liberarme de mi tormento, estúpido humano, ahora, en premio, te conferiré un gran poder, pero me ayudarás a tomar venganza de la aldea que me aprisionó.
Tsuki: Que, no entiendo... ¡¡Aaaaaaaaaahhh!!
Terminada aquella cortina de humo, se pudo ver a Tsuki, arrodillado frente a la urna, en él no se advertía signo alguno del miedo que mostraba haber sentido, se apreciaba un gran cambio, sus ojos no eran los que solían ser, ahora estaban rojos en un tinte sanguíneo.
Tsuki/Ryuk: Ahora la fiesta va a comenzar, comenzaré por mi padre...
Fin del Recuerdo
Yashamaru: (Tratando de incorporarse) Oh, mi cabeza, que cansancio...
ANBU: Escúchame, te llevaremos al hospital de la aldea.
Yashamaru: Gracias...
A pesar de los esfuerzos del ANBU por hacer recobrar la conciencia al Atsuryoku, no logró hacerlo, cargándolo este hasta el Hospital de Sunagakure.
Se puede ver una habitación de hospital, en una silla, está el Kazekage.
Kazekage: Yashamaru, dime, ¿Cómo te sientes?
Yashamaru: Ahora mismo me siento bien Kazekage-sama.
Kazekage: ¿Estás completamente seguro de esto?
Yashamaru: Por completo Kazekage-sama.
Kazekage: Entonces esto está hecho, a partir de ahora te nombro capitán ANBU de Sunagakure, y ya tienes tu primer misión, quiero que captures a Tsuki Yagami, ya lo hemos inscrito en el Libro Bingo, su captura es de primordial importancia, en cuanto estés listo para partir, hazlo.
Yashamaru: Como usted ordene Kazekage-sama. Tan solo le pido una cosa.
Kazekage: Dime, si puedo concedértelo, lo haré.
Yashamaru: Quiero cazarlo a mi manera.
Kazekage: Concedido.
Yashamaru: Gracias, Kazekage-sama.
Yashamaru se incorporó, bajándose de su cama, tras hacer esto, se despidió del Kazekage, para ir así a su antiguo hogar, fuente de dolor, donde se preparó y equipó para hacer un largo y fatigoso viaje. Terminado esto, Yashamaru fue al Desfiladero de Entrada de Suna, donde se despidió de su aldea por última vez.
Yashamaru: Será un largo viaje...
Yashamaru comenzó a caminar hacia fuera de la aldea que lo vio crecer, sin embargo, el tener un propósito le evitó todo tipo de angustia por lo ocurrido.
Omake: Un Día en Sunagakure[]
Días antes de la traición de Tsuki a Sunagakure, Yashamaru se encontraba rindiendo tributo a una tumba en el Cementerio de Suna, el día era caluroso, fuera, en las arenas del desierto que rodea la aldea, se podía ver el calor moverse entre las dunas. En un momento, una persona se acercó a Yashamaru, hablándole con su calma voz, se trataba nada menos que del padre de Yashamaru.
Kazuki: Hijo... Aunque creo que a tu tío le encanta saber el tributo que le das, no creo que le guste saber que su sobrino se insola frecuentemente frente a él, vamos, ven, iremos a tomar algo.
Yashamaru: Ah... Tienes razón papá. Vamos.
Reincorporándose, Yashamaru se limpió la arena de su pantalón, y dio un pequeño abrazo a su padre, luego, ambos comenzaron a caminar hacia el centro de la Aldea, el sol alcanzaba su cenit en Sunagakure.
Yashamaru: Padre, ¿Comemos algo? Mejor parar, el calor está terrible el día de hoy.
Kazuki: ¿El Restaurante de arroz? No vendrían mal unas croquetas de arroz, ¿No?
Yashamaru: ¡Excelente, lo pediré Kare!
Kazuki: Tu y tu amor al arroz Kare, ve y busca a tu madre mientras yo reservo la mesa, no te tardes jaja.
Corriendo rápidamente por las calles de Suna, Yashamaru llegó a su hogar, donde su madre leía una corta novela, se acercó y la saludó con un beso en la mejilla.
Yashamaru: Ma, papá dijo de comer en el restaurante de arroz, ¿Vamos? Está reservando la mesa.
Hoshi: Tu padre, siempre decidiendo cosas en el momento, bueno, ¿Vamos no? Antes que cocinar para ti, que tu padre invite la comida jajaja.
Yashamaru: ¡Hey! ¡Que tampoco como tanto!
Hoshi: Eso dices tu, las cuentas dicen otra cosa jaja, en fin, vamos, o tu padre se molestará.
Caminando, volvieron al restaurante de arroz, donde Kazuki los esperaba.
Kazuki: Yashamaru, cuando te digo rápido, espero que sea rápido.
Yashamaru: Bah, ni que hubiera tardado demasiado.
Hoshi: Vamos, no peleen y ordenen algo, que todos tenemos trabajo luego.
Yashamaru: Si...
Kazuki: Es verdad, jajaja.
Tras ordenar su comida, esperaron hasta que el mozo trajo los platos, Yashamaru (como solía hacer de costumbre), ordenó otros dos platos de arroz kare. Mientras su madre se tapaba los ojos con una mano, por no ver la consumición de su hijo, su padre, quien por su asiduidad en el trabajo no solía salir con ellos, lo observaba atónito.
Kazuki: Hijo... ¿Tanto?
Yashamaru: ¿Tanto? Vamos, no es mucho jajaja.
Kazuki: Sea, pagaré todo, pero tu irás a buscar unas crónicas para mi al País del Fuego la próxima semana en tu tiempo libre.
Yashamaru: ¡¿Qué?! ¡Eso es injusto! Sabes que conseguirte crónicas nuevas es prácticamente imposible.
Kazuki: Hijo...
Yashamaru: ¡Mamá!
Hoshi: Yashamaru.
Yashamaru: Está bien, iré, pero no es justo.
Kazuki: Paga tu entonces.
Yashamaru: Es justo, iré la próxima semana.
Hoshi: ¡Vaya!
Kazuki: Está bien, yo pagaré, ¡Mozo, la cuenta!