| Archivo:Lanza Relámpago.png | |||
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(雷槍, Raisō) | |||
| Información | |||
| Anterior | El Deseo de Proteger | ||
| Siguiente | Expectativas de Victoria | ||
| Saga | Pago en Sangre | ||
| Personajes | |||
| Yorumaru Kurayami Ren Sasaki | |||
| Jutsus | |||
| Amaterasu Elemento Alma: Lanza Relámpago Kokuyo | |||
| Objetos | |||
| Muramasa Megas Drepanon Zanbato Keiei | |||
Lanza Relámpago (雷槍, Raisō) es el capítulo #51 de Akatsuki Afterlife, perteneciente a la saga "Pago en Sangre"
Tras haberse ido Kurohana y Akai (este con Haruka entre sus brazos), Yorumaru quedó él solo frente a Ren, impedimentando el avance de este hacia la mansión y el resto de los miembros. – Bien... Esto es un peligro menos ya. Ahora bien, engendro, ¿qué vienes a buscar aquí y por qué no debería destruirte ahora mismo sin mediar palabra junto con todo terreno que hayas pisado? – Ren solo mostró una fiera sonrisa en tanto que comenzó a rodear al Kurayami, quien mantenía su mano sobre Muramasa.
¿Buscar algo? Yo no busco nada de ustedes, escorias asquerosas, ¿no ven acaso aún que ya tengo vuestras cabezas sobre radiantes bandejas de plata? – Acto seguido la bestia levantó una de sus garras, de la cual pendía la cabeza de aquél que había sido asesinado por Sasaki no hacía demasiado tiempo atrás. Yorumaru al verlo no pudo hacer más que abrir de par en par los ojos, consternado. – ¿Lo ves? Todo lo que pueden darme me lo están dando, una a una sus cabezas están dejando sus ejes, y sus cuerpos como títeres cuyas cuerdas han sido cortadas caen eternamente a la tierra. Ya no hay nada que puedas darme para acallar mis ansias de justicia. ¿Y tu dices que me destruirás a mi y a todo rastro de mi existencia? Entonces... ¡¡Pruébamelo!!
Al momento de dar ese grito, Ren se movió a gran velocidad contra Yorumaru, quien atinó a defender la mitad superior de su cuerpo con Muramasa; sin embargo, Ren hizo un barrido contra las piernas del líder de Akatsuki Afterlife, quien cayó al piso para rápidamente retroceder utilizando sus manos como apoyo. Yorumaru decidió en aquél momento activar el Sharingan para poder seguir la velocidad de su adversario, pero tras otros cuatro intercambios similares entre los shinobis fue que vio que su velocidad no alcanzaba a la de Ren, y que sus golpes se dirigían a lugares en los cuales él ya no se encontraba. Tras conectar algunos golpes, Ren logró romper el labio inferior de Yorumaru, que comenzó a sangrar.
¿Qué sucede, perro de Akatsuki Afterlife? ¿La eternidad le pesa demasiado a tu cuerpo? ¡¡Mírate!! ¡Eres patético, ya cae sangre de tu cuerpo y aún no hay marca de herida alguna en el mío! ¿¡Y así es que son de fuertes los miembros de Akatsuki Afterlife!? – Sin embargo, sorpresivamente, Yorumaru logró frenar a Ren, atravesando su antebrazo con Muramasa, abriendo nuevamente los ojos y revelando su Mangekyō Sharingan Eterno. – La suerte no dura eternamente, Ren. Si pensaste que con ese único truco barato ibas a poder vencerme, lamento decirte que no es así. ¡¡¡Sólo con tus inmundos genjutsus jamás serás capaz de vencerme!!! – Apuntando fijamente su mirada contra el rostro de Ren, Yorumaru liberó el Amaterasu. Sin embargo, Ren soltó asimismo una ola de chakra oscuro, el cual colisionó contra la técnica del Kurayami, evitando que esta llegue a su destino.
¿Crées que me golpearás de una forma tan predecible, Yorumaru Kurayami? – En ese preciso momento, un corte como el producido por una guadaña cercenó el brazo de Ren, que cayó al piso como carne muerta. Tras eso, el rápido Amaterasu de Yorumaru comenzó a reducirlo a cenizas. Sin embargo, un golpe con el zanbato por parte de Ren destajó el pecho del Kurayami, haciéndolo retroceder varios metros.
Vale, admito que ese fue un buen movimiento, ¿sabes? Pero es inútil, ¡mírame! – Lo dicho por Ren demostraba ser cierto, tejido comenzaba ya a reformar las bases del brazo perdido por Ren, en tanto que Yorumaru seguía sangrando, sin que su regeneración pudiera competir con la velocidad de aquella poseída por Ren. – Puede que sea cierto que ese golpe ha sido inútil, ¿pero puedes decir lo mismo de todos los golpes que pueda encajarte? – Yorumaru dio un buen salto hacia atrás, casi hasta el recomienzo del bosque, para comenzar a formar entre sus manos una lanza de un brillo negro verdoso, la cual apuntó directamente hacia el cuerpo de Ren. – Si eres tan bueno en genjutsu como parece, la fantasía de la muerte sería completamente inútil.
conoce la LANZA RELÁMPAGO.
Automáticamente Ren creó dos gigantescas esferas, las cuales lanzó contra Yorumaru, esperando así evitar la formación de la Lanza Relámpago, la técnica ofensiva más poderosa de Alastor Zerkuro, el mentor de Kozuke Nagashi y Yorumaru Kurayami, quienes fueron todos líderes de la organización Akatsuki Afterlife. Sin embargo, la Lanza fue mas rápida y llegó a atravesar una de las esferas de Ren, alcanzando finalmente el cuerpo del shinobi y atravesándolo de lado a lado sobre el abdomen, lugar en que Ren poseía la marca de sellado de Satori.
Bueno... Parece ser que no podrás utilizar a Satori... Por un rato al menos... – Ren yacía inconsciente tras haber caído por el ataque de Yorumaru, el cual lo atravesó de lado a lado, aunque la herida comenzaba nuevamente a cerrarse por sus capacidades regenerativas. Sin embargo, Yorumaru lentamente perdió las fuerzas de su cuerpo: la Lanza Relámpago había consumido una porción considerable de su chakra instantáneamente, además de haber perdido uno de sus brazos por el Kokuyo de Ren.
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Entre tanto, Sasaki se encontraba en uno de los pasillos de la mansión de Akatsuki Afterlife, habiéndose colado a esta por una de las terrazas. Se encontraba buscando cuál era la ubicación de los miembros heridos de Akatsuki Afterlife como de Shiro Kurosuke, dado que buscaba matar a estos antes de que pudieran recuperarse.
Sasaki ya estaba prácticamente en el vestíbulo principal, cuando se vio forzado a esquivar una serie de hojas metálicas, una de las cuales rozó su cuello, haciendo que un pequeño hilillo de sangre cayera por el mismo.
Vaya vaya... Has regresado después de todo... Qué inoportuno de tu parte, ¿no crees? Impedir que las sombras actúen como deben y deberían haber actuado hace rato ya. – Sin esperar respuesta alguna, Sasaki se lanzó con Keiei en mano contra su contrincante, quien lo esquivó para deflectarlo contra la pared detrás de este.