| |||
---|---|---|---|
(ミッション、新しい明日, Misshon, atarashī ashita) | |||
Información | |||
Personajes | |||
Akai Haruka Chéngdān Báihǔ Aran Tomoe Soroe Chìhóng Midori Hasami |
Misión, un nuevo mañana(ミッション、新しい明日 Misshon, atarashī ashita) narra una misión especial que tiene a Akai de protagonista, cumpliendo un trabajo a sueldo el cual consta de salvar una aldea de la tiranía de un noble arrogante. Esta misión simple, puede resultar siendo una situación muy sorpresiva para el ninja, al tener que enfrentar al guardaespaldas del noble que oculta un gran secreto.
Introducción: Humareda bloqueando las estrellas.[]
Las luciérnagas bailaban al compás de las sonatas que emitían los grillos, la naturaleza iluminaba la noche de una hermosa forma que solo podía contemplarse en un lugar tan especial como lo era el bosque. Ver esa majestuosa danza sobre el firmamento nocturno era algo que no podía desperdiciar, por lo que desde hace un rato había estado dibujando constantemente en su cuaderno la hermosa vista lo mejor que podía... Sin embargo era difícil... Un joven Akai estaba sentado e intentando retratar el paisaje ante sus ojos, sin embargo era complicado por algunas razones.
Akai: Mnh...
Trataba de dibujar lo más sigilosamente posible tratando de no hacer ruido lo suficientemente molesto como para despertar a la chica que estaba aferrado a su cintura mientras dormía plácidamente. Habían decidido descansar en una mansión antigua, abandonada en medio del bosque casi como un regalo para que cualquiera que necesitara descanso pudiera buscar refugio en ella. Sin embargo al poco de llegar, la chica de ámbitos felinos, que conocia como Haruka, no podría haberle desagradado más el calor e incomodidad del suelo de madera rugoso, por lo que habría decidido que ambos pasarían la noche en el techo de la mansión.
Akai: Mmnn...
El joven se sentia desconcertado posando su menton sobre el paliz, era muy dificil retratar el paisaje correctamente, los insectos luminosos se movian de un lado para el otro en una danza exquicita para la vista, pero muy compleja para inmortalizarla en una hoja de papel.
Akai: (Suspira susurrando) Esto es imposible... (Parpadea un poco) ¿Mmh, y eso?
Algo llamo la atención del ninja, las luciérnagas se dispersaban entre si, pudo percibir una abominable fragancia o un mejor adjetivo seria "peste nacida del fuego".
Akai: Osea humo.
Una gran humareda podía divisarse a lo lejos, y era demasiado grande como para provenir de una fogata, solo podría yacer de un incendio como para que se generara tal escandaloso en el cielo.
Aun así, su compañera Haruka seguía acurrucada en su cintura descansando plácidamente sin prestarle mayor atención a lo que pasara a su alrededor. Akai miro el humo tan llamativo entre los arboles, con una mirada pensativa llena de intriga ya que tal magnitud como pensó anteriormente, solo podría ser causado por un incendio y eso lo dejaría reflexionando pero con una decisión en su mirada.
Capitulo I: La aldea Maldecida[]
Haruka: ¿A dónde va, nya?
Ya era de mañana, el sol había salido y los pájaros cantaban alegremente bajo los resplandores de un nuevo día.
Akai: Te dije que buscaría más suministros, ya se nos acabaron.
Obviamente ninguno de los dos se rostizaría bajo el sol, por lo que pensaron en almorzar en la abandonada pero espaciosa mansión que se mantenía convenientemente fresca durante el día. Pero estaba el problema de la comida, no tenían para almorzar ni una migaja de pan.
Haruka: La comida no es un problema para mí, nya. Soy buena hallando fruta en cualquier árbol, arbusto o verdulería desprotegida, nya. A menos que haya un perro vigilándola, nya, entonces suelo esconderme en la cima de un árbol donde esos pulgosos no puedan llegar por que no saben trepar como los gatos, nya. Por eso las invocaciones de Goshujin no son muy eficaces, nya.
Akai: Si, si... Pero no podemos vivir a base de fruta y agua por siempre, así que iré solo.
Haruka: ¿Por qué Goshujin no me deja ir con él, nya?
La chica le miraba más impaciente ya que sabía que si “Goshujin” se iba estaría aburrida y buscaría una forma de entretenerse yéndose lejos del lugar ya que era una chica muy impaciente. Mientras Akai suspiro un momento por lo que Haruka estuviera pensado y acaricio un poco su cabello al tiempo que la veía.
Akai: Yo volveré en solo unos minutos, no me tardare mucho.
Su Haruka suspiro un momento y asintió resignada, dándole pase a su Goshujin de dar partida a la aldea más cercana en “busca de provisiones”, cuando en realidad lo que buscaba Akai era más que eso, él quería respuestas...
Su caminata de varios minutos lo llevaría hacia lo que parecía un pueblito o aldea un tanto pequeño, pero sus casas estaban muy bien hechas, no de madera simple que parecería que un tornado las destrozaría con tal solo estar a 2 kilómetros de distancia.
Akai: Ohhn...
El chico fijo su vista a una edificación que resaltaba enormemente entre todas las casas, tenía muchos metros de altura, su arquitectura aunque muy japonesa parecía tener algo diferente, además sus incandescentes colores dorados podían hacer un malestar a la vista al reflejar los fuertes rayos solares.
Akai: Tan monstruosa y exagerada propiedad solo puede ser construida a la medida del ego de un noble... Pero...
Al entrar al pueblo Akai pudo notar una cosa. Cada habitante de la aldea parecía andar pacíficamente por la vida, todos se comportaban con extraño respeto y cortesía, los ancianos se divertían jugando Mahjong, un juego de origen chino, en lugar de los clásicos Go o Shōgi que todos conocían bien. Pero el punto al que su cabeza llegaba, era la normalidad con la que todos actuaban, parecía que ese no era el lugar que había despedido tal humareda la noche pasada. El ninja en cubierto consulto a algunos lugareños por el hecho que había avistado, más ninguno parecía tener la menor idea de lo que pasaba... Eso era extraño.
Akai: ¿Qué rayos pasa?
Se preguntó a si mismo mientras caminaba con unas bolsas llenas de papas, manzanas, algunos embutidos, queso, pan, agua potable y por supuesto leche, mucha y mucha leche para Haruka; él no quería escucharla molestarse y ordenándole que volviera al pueblo a comprarla. No solo eso, también tomo la oportunidad de comprar un platillo que nunca había visto antes, nombrado por el vendedor como “Lo mein”, el cual parecían ser fideos con algunas especial y carnes variadas, esperaba que a Haruka le gustaran para el almuerzo.
Akai: Por su ubicación parecía que el humo vendría de aquí... ¿Este al final no es el lugar? Como es posible...
Se hacía estas preguntas a punto de abandonar el pueblo, de hecho ya había puesto los pies de regreso a camino de vuelta a la mansión hace rato, él era bueno perdiéndose en sus pensamientos, de esta forma probablemente volvería con Haruka antes de que ella se aburriera demasiado.
Akai: ¿Mmn?
El joven giro la vista, mirando específicamente un arbusto que estaba a pocos metros de él. No le presto mayor atención y siguió caminando tranquilamente rumbo a casa.
Akai: ¿Mmn?
Volvió a mirar detrás de su espalda, para observar el mismo arbusto a pocos metros de él, parecía algo un poco ilógico. El ninja se molestó en suspirar y caminar de regreso a la misión unos cuantos pasos. Lanzo velozmente un kunai en dirección al arbusto que estaba siguiéndolo y se escuchó un pequeño gemido de puro dolor.
Akai: ¿Quién está ahí? No tengo todo el día.
Unos segundos después de eso no se escuchó ningún sonido, por lo que decidió retirarse antes de volver a percibir el movimiento del arbusto, y disparar a discreción una serie de kunais hasta que...
¿?: ¡¡AY!! ¡¡ESO DUELE!!
Salto de la nada un pequeño sobándose la cabeza muy adolorido, de cabello castaño y ojos café que se resistían soltar lágrimas de dolor.
Akai: (Parpadea un par de veces) Solo era un niño, mmnh...
El shinobi giro la vista a su alrededor, notando como de repente otros arbustos habían aparecido de la nada y lo rodeaban.
Niño: Tsk... ¡Habrá arruinado nuestra emboscada pero...!
El pequeño silbo lo más fuerte que pudo, y de repente muchos otros niños, alrededor de siete rodearon al ninja, llevaban palos, espadas de madera y látigos improvisados con una piedra atada en la punta.
Niño: ¡¡Acaben con el chicos!!
Akai: Parece un grupo de ladrones... Ah, ya capto.
Suspiro un momento, antes de hacer uso de su velocidad y corregir a todos los mocosos con una tanda de duros golpes en sus cabezas con tal de que ese chichón les aclarara que no estaba bien robar. Niño: ¡M-Mnnh...!
El único que se había salvado era el chiquillo que se mantuvo al margen, más bien escondido mientras Akai martillaba las cabezas de sus amigos.
Akai: ¿A que vino eso?
Se inclinó un poco para mirar mejor al niño, se dio cuenta de lo maltratada que parecía su ropa, polvorienta, desarreglada y con algunos rasguños.
¿?: ¡¡Oyeee...!! ¡¡Déjalo en paz...!!
Akai: ¿Mm?
Niño: ¡¡Mnh!!
El chico se estremeció de repente del pánico, mientras Akai solo veía a una mujer corriendo hacia ellos, pero cuando logro verla mejor noto que portaba una espada en sus manos. Otra vez, suspiro el ninja y se preparó para interceptar su ataque... O eso hizo hasta que se percató que él no era su blanco, ya que la mujer se dirigía en dirección al niño, y sin pestañar atacaba al mocoso sin importarle que pudiera cortarle la cabeza, puesto que el chico se dedicaba a intentar esquivar sus ataques entre lágrimas cobardes.
Mujer: ¡¡Te he dicho que no robar no está bien...!!
Niño: ¡P-Perdon...! ¡¡L-Lo siento...!! Akai parpadeo un poco más confundido por la situación, al notar que los otros pequeños habían huido a penas la mujer llego.
Mujer: ¡¡Ohh, lo siento tanto!!
La señora clavo su espada a centímetros del cráneo del niño, el cual tembló más aterrado antes de suspirar de alivio al ver que seguía con vida. Pero por otro lado, la mujer se arrodillo ante Akai y pidió todas las disculpas posibles por las acciones del niño, el cual resulto ser su hijo.
Akai: (Suspira y se rasca la cabeza) Está bien... No me importa, y además ya tengo que irme.
Mujer: ¡Espera un momento!
Se levantó de repente con tal de ponerse frente el ninja, con total decisión de interrogarlo, su mayor pregunta era...
Mujer: ¿Eres un Shinobi?
Antes de hacerle su pregunta, Báihǔ, el nombre de esa persona, lo había invitado a su pequeña morada, por alguna razón un tanto lejos del pueblo.
Akai: ¿Por qué quieres saberlo?
El ninja por su parte se arrodillo en el suelo cerca de una mesita de té. Mientras el pequeño Chéngdān, arrodillado frente a él le veía con más timidez de la que demostró al intentar asaltarlo, posiblemente con temor luego de que le dio una paliza.
Báihǔ: Solo responde, ¿lo eres?
Akai: (Se soba un poco la frente suspirando resignado) Si... Lo soy...
Aunque ella podría haberlo notado si Akai llevara su banda de Kirigakure, lo cierto es que el ninja tendía a salir sin ella puesta con motivos de pasar inadvertido en lugares concurridos, pero parece que iba a hacer una excepción en este caso.
Báihǔ sonrió de una forma más segura de la que estaba hablando antes de preguntarle si era un ninja y continuo su interrogatorio. Según lo que comento a Akai, la Aldea Xīn yuè era un pequeño territorio muy pacifista, humilde y por sobre todo lleno de dedicación y trabajo en manos de los residentes.
Akai: Mmnh... (Se cruza de brazos) Puedo preguntar... ¿Por qué todo está en chino?
Báihǔ: (Agacha un poco la cabeza) Sin embargo, hace dos años... Apareció...
Akai: (Inclina la cabeza levantando una ceja)
La mujer miro a Akai, esta vez con una mirada de frustración y rencor que solo podrían ser dirigidas a algo digno de pura maldad.
Báihǔ: “Zǔzhòu”
Akai: ¿Ehh?
Báihǔ: “La maldición”, ese es el nombre que nosotros llamamos a ese castillo en medio de la aldea.
El ninja se tomó un momento para mirar el techo pensativo, ahora que ella lo mencionaba recordó haber avistado un edificio resaltante por sobre los demás. Era una torre de un color amarillo, y gris... Aunque con la luz correcta se veía como brillaba, dando la impresión de que en realidad estaba hecho de oro y plata.
Akai: Ohh... Si, lo recuerdo.
Báihǔ: Eso fue hace dos años... Cuando el Zǔzhòu fue construido por Jīnsè...
Akai: Supongo que ese tipo fue el que tomo dominio de la aldea.
Báihǔ: Así fue... (Aprieta los puños frunciendo el ceño) Hace dos años... Que cargamos con esta maldición...
Chéngdān: (La mira y agacha un poco la cabeza) M-Mmn...
El shinobi, al mirar a los dos no tuvo otra que suspirar y sobarse la frente. Esto era algo que trataba de expresar su disconformidad ante un asunto tedioso, cosa que hacía a menudo ante los comentarios de Haruka, ya que a cualquier cosa que la chica pidiera siempre debería decir que sí.
Akai: (Toma un respiro) Muy bien...
La mujer y el niño levantaron su vista al verlo parándose; ella espero que él no dijera “Adiós”, casi rezando para sus adentros que no se marchara sin en respuesta a su propuesta por ayudarlos.
Akai: Trabajo solo por 20.000 Ryō, dependiendo la cantidad de días que me tome... Así que espero me escribas los detalles de la misión...
Báihǔ: (Abre los ojos sorprendida) ¿E-Ehh...?
Akai: Volveré mañana, ya se me hizo tarde... Las razones, la información, todo sobre ese Jīnsè y absolutamente cualquier dato que sepas quiero saberlo... Eso es todo.
Esto fue lo que dijo al tiempo que salía por la puerta, y desaparecía en aire al moverse a una gran velocidad. El pequeño Chéngdān, al ver su madre sonreír como no lo hacía desde hace mucho tiempo salió corriendo fuera de la casa y grito con todas sus fuerzas:
Capitulo II: Un pedido molesto.[]
Akai: ¿Qué es...?
Un suspiro salió de los pulmones del joven, volvió a sobarse la frente... Ya era una costumbre. Se sentó en una de las sillas en la mansión abandonada en medio del bosque...
Akai: ¿En qué piensa esa chica?
Llevaba en sus manos una nota, que al parecer había sido escrita por su compañera Haruka. Esta nota decía:
“Gohujin, nya:
Salí un rato, nya, tengo que hacerle un favor a uno de mis colaboradores... Es algo bastante sencillo, robar un juguete en una mansión bien vigilada con guardias gorilas portando hachas gigantes, nya. Al parecer le pertenecía a un espíritu antes de que fuera asesinado y es muy preciado para él; quiere que lo lleve a su tumba, nya. Como sea, nya, me llevara uno o dos días como mucho, queda muy muy lejos. Seguramente volveré en la noche así que Goshujin debe preparar una gloriosa cena para mi regreso, nya, prepare mucha leche, atún y un dulce como postre también sería-“
Akai: Si, si... Como sea.
Dejo la nota por ahí antes de seguir leyendo ya que seguramente no llegaba a algún lado. Se arrodillo en el piso sucio de la mansión e hizo una ligera cortada en su dedo con una de las astillas en el suelo lo suficientemente profunda para que saliera una gota de su sangre.
Akai: (Mientras realiza sellos de manos) Kuchiyose no Jutsu.
Al colocar su mano en el piso se desprendió una nube de humo, en la que salieron tres grandes y feroces lobos, con su pelaje desordenado y mugroso; se veían como totales asesinos con su aliento apestando en sangre.
Akai: Hola Tomoe, Aran y Soroe.
Uno de los lobos, el que se encontraba en el medio de los tres le gruño con fuerza a Akai mostrando sus largos colmillos, para luego ladrar.
Aran: ¡Te dije que no nos des nombres, imbécil!
El lobo “Aran”, era de un fuerte color negro como la noche y denotaba en su ojo izquierdo una visible cicatriz en forma de corte. Mientras los otros lobos a su diestra y siniestra, apodados por Akai como los gemelos “Tomoe” y “Soroe”. El primero era un can de color grisáceo-azulado, mientras el segundo tenía un pelaje marrón desgastado.
Tomoe: Nosotros no...
Soroe: ... Tenemos nombres.
Akai: Ahh, ya... Entonces, ¿quieren que les llame “Lobo 1”, “Lobo 2” Y “Lobo 2/1”?
Aran: (Con vena en la frente) ¡¡Cállate pesado!! ¡Solo dinos porque nos invocaste en medio de la cena!
El fácilmente irritable canino miro un pergamino enrollado que Akai mantenía frente de su hocico y lo miro confundido.
Akai: Quiero que entreguen esto... Llévenselo a Haruka donde quiera que esté.
De nuevo el lobo gruño muy fuerte, no sabía que le irritaba más, que los llamaran solo para hacer de mensajeros o tener que ver a una chica apasionada por los gatos que siempre huía ante su presencia.
Aran: Que fastidio...
Tomoe: Nos tenemos muy buena relación...
Soroe: ... Con los gatos.
Aran: ¡Enviarnos con una seguidora de Nekomata y Bakeneko es una deshonra para nuestro clan de lobos! ¡¡Ya te lo advertimos!!
Akai: (Se rasca un poco la cabeza mirando a otro lado) Mmnh... Realmente no me importa, más ya hicimos un contrato, ¿Verdad?
Aran: Grhn...
El lobo gruño más fuerte de rabia y le hizo una seña a sus compañeros señalando la retirada. Akai sonrío un poco, en realidad no eran malos chicos, por lo que arrojo el pergamino con lo que tuviera que decirle a Haruka, aunque realmente no era nada importante. Solo le avisaría que él también tenía un trabajo, pero no podría decirle con exactitud cuándo terminaría... Y finalmente que se cuidara.
El mensaje fue atrapado con la mandíbula de Aran mientras ambos salían corriendo al detectar el aroma de Haruka, seguro cuando la encontraran no sería nada agradable para ninguno de los dos.
Akai: Hmp... Bien y ahora, supongo que tendré que irme.
Dio partida de la mansión desamparada en medio del bosque, tenía un presentimiento extraño... Algo sucedería ese mismo día... Sentía que era más que una nueva misión para ganar dinero... Ese sería... Un nuevo mañana...
Akai: ... (Inclina la cabeza muy confundido) ¿Qué es Èmó miàn...? Una mejor consulta sería preguntar cómo se lee esto.
Chéngdān: ¡Es Èmó miànjù! ¡Onii-san!
Báihǔ: Es lo mismo que decir “Demonio en Mascara”.
El chico se rasco un poco la cabeza, según estaba leyendo en el pergamino escrito por la mujer; luego de que una tormenta azotara la aldea, en medio de la confusión y el desamparo un hombre vino en la mañana, dio su decreto de conquistar el pueblo en el atardecer... Y acabo con cualquier opositor en la noche...
Akai: Según leo... Ese sujeto llamado Jīnsè es más débil que una mosca, y solo tiene mucho dinero con el cual contrata guardias.
Báihǔ: (Suspira) Ojala fuera solo eso...
Akai: (Levanta la vista)
Báihǔ: Jīnsè será codicioso pero no es idiota, por lo que trajo un monstruo para protegerlo a él y al Zǔzhòu... Y ese monstruo es, Èmó miànjù... Un asesino enmascarado, se viste completamente con un abrigo oscuro, su arma es una guadaña que porta la sensación a muerte con tan solo mirarla... Es...
Akai: Un verdadero demonio... (Se levanta)
Báihǔ: ¿E-Eh?
Akai: Bien... Ya se todo lo que debía saber. Me retiro a planear lo que haré, y en la noche acabare con ese Demonio enmascarado... Junto con todo el castillo.
Báihǔ: ¡P-Pero...!
¿?: ¡¿Estas bromeando?!
Akai: ¿Mnh? ¿Quién está ahí?
Entre las sombras, una figura de ojos carmesí se presentaba... Según parece era una mujer, con un aspecto tan poco femenino y descuidado que solo podría indicar que entrenaba como una loca cada día de su vida.
Báihǔ: ¡Chìhóng! ¡¿Cuántas veces hay que decirte que seas más gentil con las visitas?!
Chìhóng: ¡¡Pero madre!!
La chica saco una espada que colgaba de su espalda, apuntando desafiante a la autoridad del shinobi renegado.
Chìhóng: ¡Por esa banda en tu cabeza pareces ser un ninja de Kirigakure!
Akai: No, ya no pertenezco a esa Aldea.
Chìhóng: ¡Desgraciado, entonces eres un renegado! ¡Un mercenario que ahora trabaja solo para llenarse los bolsillos mientras es perseguido por su gobierno! ¡¡No podemos confiar en el Madre!!
Báihǔ: ¡¡Chìhóng es suficiente!!
Su hija, le miro un tanto más insegura... Sabiendo que todo lo que decía su madre ya lo tenía muy en claro... Sin embargo ella nunca aceptaría la ayuda de un renegado de otra aldea sino fuera por un buen motivo.
Akai: Parece que no me han contado todas las razones por las que buscaban un shinobi... Quiero oírlas.
Báihǔ: M-Mmn... Bueno nosotros...
Chìhóng: Madre, no te molestes.
Levanto su cabeza que estaba gacha por la inseguridad, para ver a su hija tomándole su hombro con una sonrisa.
Chìhóng: Yo misma le contare todo lo que deba saber.
Su madre asintió levemente, ella con solo recordarlo se le ponía la piel de tensa y sus ojos se humedecían... No podía volver a recordar lo sucedido y menos contárselo a alguien...
Su hija lo llevo hasta una sección del bosque que rodeaba al pueblo, donde seguramente podrían hablar sin ninguna presencia más que la de los árboles y los animales que ahí vivan.
Akai: ¿Tu padre murió, no es verdad?
Chìhóng: ¡Ghnm! (Toma su espada mordiéndose los labios) ¡¡No lo digas como si fuera cualquier cosa, bastardo!!
Suspiro y miro los arboles desinteresado, mientras tenía sus manos en su cintura sin importarle mucho las actitudes de la chica.
Akai: No me importa, si como dices soy un bastardo no está de más que actué como tal...
La chica ya se sentía enfurecida por su actitud arrogante y soberbia, lo único que tenía por seguro es que no podían confiar en el...
Chìhóng: ¡¡Maldito!!
Salió corriendo hacía el con su encolerada rabia, había tratado de contenerse frente a su madre, pero este tipo y su forma de hablar tan despreocupada... Solo lo irritaba.
Con un ágil movimiento se colocó ante él, y propino una poderosa cortada en su hombro izquierdo. Ya habiendo saciado su deseo de cortarlo con el filo de su espada su sentido racional volvió, así como su instantánea preocupación.
Chìhóng: (Pensando) ¡¿Qué paso?! Ni lo esquivo... Y-Y sobre todo...
El hombro de Akai, el cual debería haber sangrado notablemente al recibir el filo de su aguda arma se encontraba intacto, ileso y su espada no había hecho más que hacer un agujero en su túnica.
Akai: (Niega un par de veces y toma su muñeca) Todos los niños son iguales...
Chìhóng lo miro más sorprendida y desesperada, tratando de alejarse más le era imposible. Un fugas y fuerte golpe mando su cabeza de lleno al piso... Un puñetazo de Akai fue suficiente para que quedara debilitada, mientras el chico le miraba sentándose en un tronco caído.
Akai: ¿Acaso todos necesitan un buen golpe en la cabeza para comportarse?
Capitulo III: El humo de la noche pasada.[]
Akai: ¿Y bien?
Dijo esto sentado en un tronco mirando a la chica tendida en el piso y la cara ensuciada de polvo. Está lo miraba con más enojo que antes, pero a la vez impotencia; podía ser enceguecida por la furia fácilmente, pero ese golpe de Akai en la cabeza le dio a entender que el Shinobi era más fuerte de lo que pensaba, y se arrodillo para luego levantarse hasta mantener su distancia al reposarse sobre un árbol mirando el suelo con resignación.
Chìhóng: M-Mmn... Fue hace un par de días, mi padre intento junto con un grupo de rebeldes el incendiar el mayor orgullo de Jīnsè, el Zǔzhòu...
Akai: Y todos fueron asesinados.
Ella apretó un poco sus puños y cruzada de brazos, admiraba mucho a su padre, por cómo se atrevió a oponerse al régimen del tirano. Aun cuando sabía que probablemente morirían, querían que su esfuerzo fuera una enseñanza para los habitantes que juntos quizás podrían cambiar las cosas... Chìhóng estaba resentida consigo misma, por no haber acompañado a su padre en la lucha y quedado sin hacer nada...
Que Akai hablara de lo sucedido con tanta calma e indiferencia, le hacía hervir la sangre; era una falta de respeto no solo a su padre, sino a todos los que habían sacrificado su vida tratando de cambiar su injusto estilo de vida.
Akai: (Suspira un poco y se soba la frente) ¿Cómo es ese “monstruo enmascarado”?
Chìhóng: El demonio...
Levanto un poco la vista para verlo, llena de rabia oculta con solo recordarlo y volver a traer esa imagen a su mente... Solo se limitó a describirlo...
Chìhóng: Usa un abrigo beige, una máscara blanca con dos agujeros... Y una guadaña, quizás más grande que el mismo... Pero la agita demasiado rápido, uno se pierde tratando de seguirla con la vista, y asesina sin piedad como un verdadero demonio... Es veloz, fuerte y no demuestra ninguna seña de piedad, ha asesinado a cualquiera que trate de atacar el Zǔzhòu o a Jīnsè sin importarle quien sea... Realmente es un...
Akai: Bien, ya es todo lo que necesitaba saber.
Parpadeando confundida Chìhóng levanto la vista para ver a un Akai anotando todo lo que le dijera en un pedazo de papel, tenía la impresión de una falta de interés en el ninja o por lo menos una falta de seriedad en el asunto.
Chìhóng: ¿Entiendes que en verdad es un demonio? ¡Algunos incluso piensan que en realidad ni es un humano!
Akai: He visto cosas peores...
Suspirando un poco con la mirada baja, Akai no podía evitar pensar en seres detestables que usando solo su cabeza y autoridad podían cometer acciones aún más despiadadas que cualquier demonio que asesinara con sus propias manos.
Akai: (Le mira) Encontrare a ese demonio, y le daré un buen golpe en la cabeza... Lo prometo.
Luego de decir eso el shinobi se levantó y acto seguido se marchó del lugar sin más que decir, mientras Chìhóng quedo pensativa mientras se ponía el sol.
Sentado sobre el techo de la casa de Báihǔ, estaba sentado un pensativo Akai, que como había prometido planearía lo que haría hasta que el cielo se tornara oscuro... Ya era hora de partir.
Akai: ¿Mmn?
El ninja bajo un poco la cabeza y ver que el pequeño Chéngdān lo estaba mirando desde la distancia.
Chéngdān: Onii-san, ¿ya debes irte?
Akai: (Se levanta antes de caer de pie el piso) Si.
Chéngdān: M-Mmn... Lamento haberte asaltado antes... A-Ahora tú, tratas de ayudarnos...
El niño parecía mirar al piso en señal de arrepentimiento, mientras Akai sin más suspiro un poco y lo observo.
Akai: Debes levantar tu cabeza, si no afrontas las cosas viendo de frente jamás las superaras.
Chéngdān: M-Mmnh... (Levanta un poco la cabeza para verlo) Onii-san, c-como muestra de disculpa quiero darte algo...
De sus mangas Chéngdān saco un pequeño bastón, en verdad era pequeño y simple, de un vivaz color roble. El shinobi se molestó en tomarlo y examinarlo brevemente, y lo guardo entre sus ropas.
Akai: Parece de buena calidad.
Dijo esto mientras le daba la espalda al niño, y asentía antes de emprender la partida y yendo lo más sigilosamente posible a toda velocidad y discreción rodearía el pueblo y se escondería entre las casas en aproximación al castillo. No tenía más que su espada, unas bombas de humo, agujas y kunais, realmente no creía necesitar más.
Y su plan, dijo que planificaría todo lo que haría, pero realmente no estaba del todo seguro, nunca lo estaba, siempre contaba con improvisar su estrategia durante el momento. Empezaría por lo primero que prometió: derrumbar el castillo, junto con la maldición de todos los aldeanos.
Akai: Kirigakure no Jutsu.
Escondido detrás de una casa, en dirección al castillo realizo su eficaz jutsu para envolver rápidamente a toda la aldea en una espesa niebla. De esta forma podría pasar lo más inadvertido, antes de que cualquier guardia sospechase de la repentina neblina.
Akai: Muy bien... Ese castillo es muy grande en verdad... (Sonríe un poco) Parece que realmente lo es.
Miro asomando la cabeza estando escondido detrás de una casa, observando atentamente el castillo, ahora estaba envuelto por una espesa niebla y solo su silueta era reconocible. Pero...
Akai: Este aroma... Esta peste...
El ambiente había cambiado enormemente, una presencia malvada y maligna se aproximaba, eso lo podía sentir hasta en sus huesos. Antes de hacer otro movimiento miro a su espalda, con la ligera impresión de que alguien estaba detrás de él, pero parece que había sido una falsa alarma...
Akai: (Se soba un poco la frente suspirando) Bien... Parece que solo me queda... (Sostiene su puño) Demolerlo a golpes.
Trono algunos de los huesos en sus nudillos antes de empezar a correr hacia el castillo, y haciendo uso de su enorme fuerza, Akai generaría huecos lo suficientemente grandes para causar una inclinación y próximamente derrumbe del mismo, si eso no resultaba encontraría alguna otra forma de hacerlo.
Corrió velozmente de casa en casa, con un puñetazo generaría un estruendo tan grande que la calma en el pueblo terminaría y todo mundo vería lo que pasaba, sin embargo para cuando todos se enteraran lo que sucedía Akai habría dado pie al derrumbe del castillo y en medio de la nube de polvo ni su sombra se vería.
Akai: Muy bien, primer golpe.
Con su puño en alto y listo para impactar, Akai extendió su brazo con la intención de incrustar su golpe en el muro del castillo y generar el primero de muchos impactos que causarían su consecuente derrumbe... Sin embargo...
Antes de aproximarse al primer muro, a pocos metros de la edificación llego a ver una silueta entre la espesa neblina, posteriormente noto un resplandor en medio de esta. Antes de que su puño estuviera a centímetros de la pared, Akai dio un salto y se alejó lo más que pudo; un filo estaba por cortar su brazo en cuanto tocara el castillo y fue una fortuna que lo notara o habría perdido la mano de por menos.
Akai sonrió un poco y a continuación se escondió detrás de una casa, por fin había aparecido...
Akai: Mmn...
Asomo un poco la cabeza y ver si había alguien, pero no había nadie. Curiosamente el cielo empezaba a despejarse, la luz del amanecer empezaba a hacer su magia y finalmente el joven dio la vuelta...
Akai: ... Al fin apareció el “Demonio”...
Fue golpeado brutalmente y lanzando mucho metros de largo, restregando su cuerpo contra el piso y hasta dando rebotes por la fuerza del impacto, hasta que termino por chocar con un muro... Y lo único que llego a divisar fue una imagen clara e instantánea, del “Demonio enmascarado”, el Èmó miànjù.
Capitulo IV: Su clásica carcajada demente.[]
Era tal y como lo habían descrito: Vestido con un abrigo gris, totalmente oculto con guantes y una máscara blanca con dos oficios, sin mencionar la guadaña gigante en su brazo que lo superaba por al menos un metro.
Akai: Mmn... Es rudo...
Se limpió un poco su mejilla luego de haber restregado la cara contra el piso; no esperaba que fuera tan condenadamente fuerte, nadie nunca lo había vapuleado de esa forma tan brutal.
El joven tomo un poco de aire y suspiro, posteriormente desenvaino su espada y levanto la vista para ver el Demonio sobre el listo para cortarlo con su guadaña. Pudo interceptarlo a tiempo, la visibilidad aumentaba entre más amanecía, por lo que su desventaja la usaría a su favor. Y varios fueron los impactos entre su espada y la monstruosa guadaña que hacían saltar chispas con cada choque, nadie flaqueaba, sin embargo Akai pudo notar como su contrincante movía con gracia y veloz el arma que debería pesar más que él.
Akai: (Pensando) Te tengo.
Pudo encontrar un momento en que su guadaña no lo respaldara para asestar firmemente una estocada a su pecho, su ataque fue rápido y punzante, atravesándolo en crudo sin ninguna piedad.
Akai: ¿Mmn? Un momento...
Antes de sentir algo raro, y ver al Demonio ocultado tras su máscara, pudo ver como este inclinaba la cabeza.
Èmó miànjù: ... ¡Mrhj...!
El abrió sus ojos sorprendido, y su expresión de sorpresa aumento al ser fuertemente impactado y atravesado por la guadaña del Demonio.
Akai solamente le sonrió un poco antes de desaparecer en un charco de agua. El Demonio pareció quedar pasmado y volvió a inclinar la cabeza, antes de recibir un brusco puñetazo en la nuca que lo impacto violentamente contra el piso, generando un gran estruendo por la gran fuerza de impacto.
Akai: Lo prometido...
Se trono sus nudillos, parado delante de él con imponencia; su estrategia había resultado eficientemente.
Akai: Era una copia de agua... Desde el principio iba tras de ti, eres quien impide que cualquiera toque el castillo... Eres el principal obstáculo que debo eliminar para cumplir mi trabajo...
El Demonio, a pesar de tener su cuerpo incrustado en el piso empezó a reaccionar y posteriormente levantarse lentamente, con todos sus huesos rotos e incluso su cuello se encontraba visiblemente torcido.
Èmó miànjù: ...
El ninja lo miro un tanto triste o melancólico, mientras veía como el monstruosamente volvía a acomodar su cuello y volvió a emitir ese sonido.
Èmó miànjù: ¡Mrhj...!
Era como si se contuviera una carcajada, que resonaba como un eco al estar cubierto por una máscara...
Akai: ... Sabías que era yo... Así como desde el primer momento que me hablaron de ti pude imaginar quien era este “Demonio enmascarado”. El Demonio inclino su cabeza, para luego levantar la mano y negarle a Akai con su dedo índice, mientras seguía conteniendo sus tétricas carcajadas.
El ninja suspiro, y miro su espada con atención antes de apuntarla contra el Demonio que mantenía su cabeza inclinada.
Akai: Suitōn...
Una pequeña esfera de agua se formó en la punta de esta mientras el acumulaba chakra con su otra mano al hacer un sello, y lentamente comenzaba a hacerse más y más grande hasta tener más o menos el tamaño de su cabeza.
Akai: ... Yūshi no Bakuhatsu.
En un momento la esfera estallo, y de esa explosión emergieron una serie de látigos hechos de agua con una punta afilada que atacaron directamente al Demonio, con la plena intención de atravesarlo hasta hacerle más agujeros de los que podría contar.
Èmó miànjù: ¡Mrhj...!
El extendió su brazo, y rápidamente las púas empezaron a desvanecerse al pleno roce con su palma, hasta formar un pequeño charco de agua.
Èmó miànjù: ¡¡M-Mrhj...!!
Esta vez se sostuvo la máscara, parecía no poder mantener la risa, mientras Akai apretaba sus puños y fruncía el ceño.
Akai: Entonces... Si estas vivo...
El shinobi le miró fijamente, señalándolo con su espada en declaración para que se quitara la máscara.
Akai: ¡Quítate la máscara, M.D de Kirigakure!
Èmó miànjù: ...
No hubo ninguna respuesta, luego de esa declaración el Demonio se quedó en silencio y lentamente agacho la cabeza... Se escuchaba muy levemente un suspiro por parte del enmascarado, que prosiguió a sostener su controvertida mascara.
Èmó miànjù: Mmn... Eres duro como una roca...
Dijo mientras retiraba la máscara de su rostro, y sus ojos por fin eran iluminados por la luz del Sol; sus cabellos verdes se denotaban conforme se quitaba la máscara, hasta que la dejo caer al piso mientras abría su boca para tomar aire y esos afilados dientes enmarcaban una rebosante sonrisa.
Akai: M.D...
Nada más ni nada menos que su antiguo compañero, M.D reapareció ante sus ojos, cuando creía que estaba muerto... Ahí se presentaba el, en persona...
M.D: Beeeno...
El shinobi se tronaba un poco los huesos de su cuello al agitar la cabeza de un lado a otro, se veía despreocupado con sus manos en su cintura, luego enfocando su vista al cielo que comenzaba a despejarse cada vez más.
M.D: Estar en este traje y bajo esa mascara es sofocante... Más bien intenso...
Akai: M.D... (Baja un poco su cabeza cerrando sus ojos)
M.D: ¿Mmh? Y olvida eso de M.D, me trae malos recuerdos. Mejor llámame de otra como Midori o algo así de genial.
Akai: M.D...
El inclino la cabeza confundido y esperando alguna reacción, mientras Akai continuaba con su cabeza gacha y apretando sus puños... Finalmente emitió una respuesta.
Akai: ¡¡Golpe!!
Midori: ¡¿Ah?!
Y de una con fuerza y seriedad el ninja golpeo al recién revelado Midori sin discreción ni demora, más no fue tan brutal como el anterior, pero si lo dejo sobándose la cabeza por algún seguro chichón que le habrá dejado...
Midori: (Sobándose la cabeza) ¡¿Q-Que diablos fue eso?!
Akai: (Toma un respiro antes de suspirar y le mira) Debía descargar la tanda de sentimientos de alguna forma, además prometí que te golpearía en la cabeza; si no cumplo con lo que pido no me pagaran.
Akai: (Toma un respiro antes de suspirar y le mira) Debía descargar la tanda de sentimientos de alguna forma, además prometí que te golpearía en la cabeza; si no cumplo con lo que pido no me pagaran.
Midori: Hmmn...
El sonrío un tanto sarcástico mientras se sentaba sobre una roca, eso era algo que Akai no había visto en mucho tiempo. Verlo de nuevo haciendo esa mueca le dio un gran sentimiento de nostalgia y cierta amargura.
Midori: Entonces, ¿ahora eres una especie de “Caza recompensas”? ¿O algún tipo de matón a sueldo? No pensé que fueras a caer tan bajo.
Akai: ¿Eso es caer bajo?
Midori: ¡Claro que sí! ¿Para qué demonios un tipo como tu necesita dinero? Puedes robar lo que te dé la gana, y correr cual rata hasta desaparecer por completo, no lo entiendo... Oh, ¿acaso...?
Akai: ¿Mmn...?
El tipo de peli-verde seguía sonriendo de forma picara, y un tanto sospechosa, lo cual empezaba a renacer un cierto sentimiento de frustración en Akai.
Midori: Je, je, a ver... ¿Dime como se llama?
Akai: ¿De qué estás hablando?
Midori: ¿Quién más Cara de piedra? ¡Tu novia!
Akai: (Frunce el seño) No se a que te refieres.
Midori: (Le señala) ¡No eres bueno para mentir! Tu cara lo dice todo, como siempre. Je, la verdad nunca lo habría imaginado... ¿Tu? ¿Y una mujer? ¡Ja, ja, ja!
Akai: Cierra la boca, idiota...
Se limito a suspirar y sobándose la frente a causa del enorme grado de jaqueca que le estaba generando en ese mismo momento... De verdad, le recordaba viejos y muy molestos tiempos.
Akai: ¿Cómo diablos te diste cuenta?
Midori: ¿Además de tu cara? Es totalmente obvio que estas manteniendo a alguien, o a algo. No te veo reorganizado en la sociedad de ninguna manera, lo que me parece tan absurdo... Que no da risa. Ahhh… Qué diablos, me reiré igual: ¡¡Ja, ja, ja!!
De repente, en medio de las risas Midori fue bruscamente levantado de su asiento, siendo sostenido del cuello de su traje por las fuertes manos de Akai, el cual le veía con una fuerte expresión de incertidumbre.
Akai: ¿Cómo es que sigues vivo M.D? O como quiera que te llames.
Midori: Ah, eso... La verdad me encantaría responderte, querido A.K... O como sea que ahora te llames.
El pelirrojo frunció un poco más el ceño al soportar una insolente escupida de su ex compañero, ya rápidamente lo aventó contra un muro.
Akai: (Se limpia la mejilla) Que desagradable eres...
Midori: Mmn... ¿Eso te pareció desagradable...? Solo observa...
Akai parpadeo un poco viendo a Midori apoyándose contra la pared para ir levantándose... Pero empezando a sentir un ligero ardor en su mejilla, y de pronto en su mano, por lo que la miro para denotar como de su guante de goma se originaba un pequeño orificio.
Akai: ¿Qué diablos es esto, M.D...?
Midori: ¿Que serahh...? Hay preguntas más importantes que esa.
El peliverde comenzó a hacer sellos con sus manos, tiempo que aprovecharía un Akai aun más desconcertado para alejarse de un salto.
Midori: Jek, es inútil... ¡Dokutōn: Bakudan Bui-Bi!
Sorpresivamente de la boca de Midori salió disparado un proyectil esférico de color oscuro, estallo bruscamente en una nube purpura que rodeo al ninja pelirrojo.
Akai: ¿Veneno...? ¿Esto es “Dokutōn”? ¡Hump!
Trato de no aspirar el humo, aunque no contara con mascarilla, pero de todas formas podía sentirlo, no era un veneno ordinario. Sentía su sangre arder, como si el gas traspasara su piel, tratando de corroer sus tejidos. Acto seguido, Akai utilizo su dominio sobre el Fūton para dispersar esa fastidiosa nube toxica.
Midori: ¡¡Jah!!
El peliverde ajito su guadaña al aparecer, de forma sorpresiva, detrás del shinobi con total intención de estacarlo al suelo, se ve que su pequeña trampa había funcionado.
Akai: ¡N-No puedo moverme...! ¿Qué diablos...?
Midori: ¡¡Tom--
¿? : Ya fue suficiente.
Akai parpadeo con confusión un momento, mientras Midori parecía estar totalmente paralizado, su enorme guadaña estaba perfectamente quieta sobre la espalda de su enemigo. Por más que lo intentara, le era imposible mover su cuerpo, se sentía totalmente petrificado.
Midori: ¡¿Qué diablos es estóhh...?!
¿? : Ya has hecho suficiente...
Esa voz, saliendo desde el mismísimo palacio dorado delante de ellos... Era suave y femenina, además tampoco sonaba autoritaria... Más bien, gentil. El personaje que salió desde la ventana del Zǔzhòu, y salto hasta aterrizar en el techo de una de las casas cercanas... Resulto ser una chica, bastante baja por cierto, con una vestimenta poco llamativa... Exceptuando por el velo sobre su cabeza y las vendas en sus ojos.
Akai: Así que... ¿Esta es tu jefa, Midori...?
Midori: Je, jeeh...
Akai: ¡No salgas con esas risas estúpidas! Ahora por culpa de tu aun más veneno no puedo mov-
Midori: ¡Pero no dudaras que es afectivo!
Akai: ¡¡Calla!!
Mujer: Ohhn...
En algún momento, la misteriosa chica se había posado cerca de Akai para inspeccionarlo mejor... El pelirrojo obviamente parpadeo, pero esta vez sorprendido por su velocidad y capacidad de sigilo, ¿Quién diablos era ella?
Akai: Mujer... ¿Quién eres...?
La señorita levanta su muñeca con delicadeza, y en un movimiento de su palma, la vestimenta que traía Midori, junto con su guadaña habían volado hacía su espalda.
Midori: ¡¡Ahh...!! ¡¡Estoy desnudo!!
Akai: ¡¡No es cierto, aun tienes tu propia ropa puesta, idiota!!
Mujer: Ha...
Akai: ¿Mm...?
Mujer: ¡Ha-Sa-Mi!
Dicho eso, la chica le sonrió a Akai como si de una madre se tratase, bueno casi... Akai miro a esta, Hasami, de forma más cercana... Aunque el hecho de llevar sus ojos tapados debería ser el mejor indicio, había algo más que delataba su...
Akai: Ceguera... Todo parece indicar que... Mi verdadera presa esta aquí...