Wiki Akatsuki Afterlife
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Caminos Cruzados
~La Tumba del Tiempo~
Caminos Cruzados - La Tumba del Tiempo

(クロスローズ〜時間の墓〜, Kurosurōzu
〜Jikan no haka〜
)

Información
Saga Caminos Opuestos (Saga)

"Y como una bestia, se vio en la obligación de mantenerse oculto entre las sombras, desde el día de su nacimiento, escondiendo las angelicales alas que su alma poseía."

Caminos Cruzados ~La Tumba del Tiempo~ (クロスローズ〜時間の墓〜, Kurosurōzu 〜Jikan no haka〜) es el segundo capítulo especial (OVA) de la saga Caminos Opuestos, en el cual se relata parte del pasado de Tsubomi Yakumo.

Oculta tras las barreras que sus propios familiares habían alzado entre su pequeño mundo de fantasías y el mundo real, la ahora protegida de Akatsuki Afterlife revelaba su propia historia, y expresaba con total humanidad una de las preguntas que por tanto tiempo se hizo a sí misma...
¿Qué es ser realmente un monstruo?

El Humanizado Relato de un Demonio
-La Historia de un Monstruo que buscaba esconderse de las Miradas-

0pxv/bJAsidyUO7o0 想像フォレスト ~ Imagination Forest


"Poniendo de lado el sufrimiento de recordar los malos momentos que en su pasado tuvo que soportar, el angelical demonio puso en marcha su trágico e inocente relato".


Un día cualquiera, de una semana cualquiera; un aire tan tranquilo como ninguno otro, era el que en aquella mansión podía respirarse...Que la mansión se encontrara así, aún siendo algo extraño, incluso entre los miembros más nuevos de la organización, parecía no ser de importancia...

El gran salón, tan vacío como los jardines de la mansión, rebosaba de la mayor paz que en aquellos terrenos podía haber; tal vez, solo tal vez, los miembros de Akatsuki Afterlife se encontraban en sus propios asuntos, en sus propias misiones, alejados de su base de operaciones y de sus líderes...

Kozuke, Shiro y Yorumaru, quienes, usualmente, como los miembros más longevos de la organización, sentados uno frente al otro, acompañados por Tsubomi, la ahora protegida de Yorumaru, se encontraban en la biblioteca que éste último, por extraño que pareciera, parecía frecuentar diariamente...

Shiro: Yorumaru ha insistido mucho en que dejemos que te quedes con nosotros...Supongo que sería un buen comienzo que, al menos, no digas quién eres...

Apenas subiendo la mirada, para vagamente observar el pálido rostro de Shiro, Tsubomi le respondió, en un tono casi inaudible...

Tsubomi: Y-Ya les he dicho mi nombre antes...Soy Tsubomi Yakumo...

Con su común expresión de aburrimiento, Shiro insistió con lo que trataba de decirle a Tsubomi, explicándole que, más que saber su nombre, deseaba saber la razón por la que había decidido ir a la mansión, y los hechos anteriores al momento en que tomó esa decisión...

Shiro: Supongo que no me expliqué adecuadamente antes...¿Qué hacías con tu vida antes de llegar a éste lugar?

Aquellas palabras, tan frías como las habilidades de Shiro, habían alzado la cabizbaja mirada de Tsubomi, quien, aún con una notable timidez ante éste y Kozuke, trató de responder de la mejor manera a su pregunta...

Tsubomi: V-Vine aquí...Porque no quiero estar sola...

Frustrado, tras escuchar la extraña respuesta de Tsubomi, Shiro, sin decir una palabra más, salió de la mansión, dejando atrás a Kozuke, Yorumaru y Tsubomi...

Kozuke: No le hagas caso; trata así a todos...

Con una escalofriante sonrisa en su rostro, ante los ojos de Yorumaru, Kozuke, con una notable alegría, se dirigió a Tsubomi, de una manera totalmente opuesta a la de Shiro...

Entonces...
¿Por qué dices que no quieres estar sola?

Volviendo una vez más a su cabizbaja posición, Tsubomi, dirigiendo vagamente su mirada hacia Yorumaru, respondió a la interrogante de Kozuke...

Tsubomi: Mi familia...Y-Yo les he dejado...

Kozuke: Eso parece ser algo común entre muchos de nosotros...Supongo que haz llegado a un buen lugar...(Riendo)

Terminando sus palabras con una infantil risa, Kozuke se puso en pie, moviendo cuidadosamente su silla hacia la enorme mesa del salón, y saliendo de éste, dejando solos a Tsubomi y Yorumaru, ambos con la misma mirada apagada, cubiertos por un abrumador silencio...

Entonces...¿Es verdad?

Aparentemente sorprendida, Tsubomi, con su rostro claramente sonrojado, alzó la mirada, terminando así por ver directamente a Yorumaru, y sin decir palabra alguna, esperó a que éste volviera a decir algo...

Yorumaru: Creo que ya te lo había dicho antes...Me aparté de mi familia hace un tiempo también...

Refiriéndose fríamente a la muerte de sus familiares como una simple partida, no por parte de ellos, sino por parte suya, Yorumaru trató de alzar la mirada, para observar así, vagamente, la curiosa expresión que en su rostro se había plasmado...

Disculpa, suelo repetir mucho lo que digo.
En verdad...¿Te haz alejado tú de tu familia?

Dejando fluir aquellas vacías palabras, y alzando su mirada por completo hacia el techo de aquél salón, como si tratara de buscar algo en las alturas de aquella inmensa habitación, Yorumaru, sin más, permaneció en silencio, hasta que pudo escuchar el notable tartamudeo de su acompañante...

E-Ellos...Todos ellos...

Poniéndose de pie, Yorumaru caminó hacia la silla en la que Tsubomi se encontraba sentada, manteniéndose parado detrás de ella, y colocando su mano izquierda sobre la mano derecha de ésta, que se encontraba posada sobre la oscura superficie de la mesa del salón, susurró, en un tono casi inaudible, unas ahogadas palabras...

Permiteme ver...
...Aquello por lo que también sufrí alguna vez...

Con un leve movimiento, Yorumaru se puso de rodillas frente a Tsubomi, manteniendo sus ojos, de un rojo escarlata, fijos en la inocente mirada de su acompañante, mientras sujetaba aún su mano...

Yorumaru: Por favor...Permiteme observar tal abandono...Y permiteme borrar esa triste expresión de tu rostro...

Tsubomi: ¿C-Cómo?

Levantándose poco a poco, Yorumaru tomó asiento en la silla que se encontraba detrás de él, a un lado de Tsubomi, y sin apartar su vista de ella, pronunció solo una frase más...

Solo...Cierra tus ojos...

Obedeciendo la silente petición de Yorumaru, Tsubomi, sin dudar, cerró sus ojos, y tras ésto, sin atreverse a abrirlos una vez más, pudo sentir como éste, tembloroso, acercó su rostro al suyo, moviéndose así hasta su oído derecho, y en un susurro, pronunció una única frase, audible solo para ella...

Elemento Alma...

Escuchando apenas aquellas vagas palabras, Tsubomi dejó de escuchar cualquier otra cosa, y sus ojos, de alguna manera, parecían no poder abrirse...Todo se había oscurecido por completo...La poca luz que podía ver a través de sus parpados había desaparecido y el sonido de la respiración de Yorumaru se había esfumado...

Pocos segundos pasaron, hasta que, una vez más, Tsubomi fue capaz de abrir sus ojos, más lo que éstos pudieron ver fue una escena totalmente diferente a la que se encontraba frente a ella segundos antes de haberlos cerrado...

El inmenso salón principal de la mansión había sido remplazado por una habitación aún más grande que éste...

En total soledad, Tsubomi se encontraba ahora rodeada por una inmensa biblioteca, con una única ventana, la cual dejaba pasar una tenue luz blanca, entre las negras sombras de la noche, que se extendían entre cada repisa y cada libro que en ella se encontraba...

Tsubomi: E-Éste lugar...

Mirando de reojo todo lo que se encontraba a su alrededor, con una mirada llena de terror, Tsubomi, preocupada, por alguna razón, pronunció pocas palabras más, marcadas por su acelerada y despavorida respiración...

...M-Mi...¿Mi Hogar?

Totalmente distraída de lo que había pasado en realidad, Tsubomi no pudo contener su asombro al escuchar que, entre las decenas de repisas que le rodeaban, una conocida voz, una sombra más de su pasado, había pronunciado unas ahogadas palabras, entre lo que parecían ser incluso llantos...

¡T-Tsubomi!
¡Llevamos horas buscándote!
¿Dónde te habías metido?

Atrapada entre los brazos de una acelerada chica, de una altura mayor a la suya, Tsubomi no pudo hacer más que contener no solo una repentina felicidad que había llegado a su ser, ocultando así también el temor que aquella nostálgica escena hacía correr por sus venas...

Tsubomi: ¿M-Misuzu?

Tras pronunciar en un tono callado, casi nulo, el nombre de su hermana, Tsubomi fue soltada por ésta, quien tomó su mano, y caminó, sin soltarla, a lo largo de aquella enorme biblioteca, dirigiéndose a una pequeña puerta que se encontraba al final de la misma, pronunciando al mismo tiempo unas palabras, cargadas de la preocupación que ahogaba sus pensamientos...

Misuzu: ¡Nos haz preocupado Mucho! P-Pensábamos...¡Pensábamos que algo te había pasado!

Siendo detenida, bruscamente, por su hermana, tanto ésta como Tsubomi quedaron frente a frente con la pequeña puerta de madera a la que se dirigían en un principio; la salida de la biblioteca, y la entrada hacia más dudas dentro de su ya perturbada mente...

La aparente tranquilidad de aquél lugar logró desvanecerse, pocos segundos después de que las dos hermanas pasaran a través de aquella envejecida puerta...

Explosiones iban y venían, y escombros entraban por cualquier agujero descuidado que se encontrara libre en las ventanas y paredes de aquella estrecha casa...

Misuzu: ¡No te detengas! ¡Debemos salir de aquí e ir con mamá y mi equipo a la aldea!

Sin detenerse ni un segundo, tanto Tsubomi como Misuzu lograron salir de la ya destruida casa en la que se encontraban y, aún entre los ataques que les amenazaban, provenientes de las oscuras sombras del profundo bosque en el que se encontraban, corrieron, hasta ser emboscadas por varios Shinobis, cubiertos completamente por mantos negros...

Misuzu: N-No te alejes de mi...

Aquellas palabras, susurradas por la temblorosa boca de Misuzu, no hicieron más que alarmar aún más a Tsubomi, quien, asustada, no pudo hacer más que sujetar la mano de su hermana, esperando que ella pudiera solucionar aquella complicada situación...

¡Teatro de Marionetas: Septeto de Cuerdas!

Tras escuchar aquellas palabras, pronunciadas en un notable grito ahogado, los Shinobis que rodeaban a Tsubomi y Misuzu habían empezado a caer, uno tras otro, asesinados por siete esqueléticas marionetas, las cuales habían atravesado el pecho de aquellos sujetos con sus manos desnudas...

???: Lo siento, parece que hemos tardado demasiado...

Misuzu: ¡S-Sensei! ¿Dónde están los demás?

Ante los ojos de Tsubomi, aquella escena era más que irreconocible, no solo porque sentía que nunca había vivido aquél momento, sino también porque no podía recordar ninguno de los rostros que, frente a ella, pronunciaban cualquier clase de palabra; vagamente, podía recordar a su hermana...

Misuzu: Bien, Tsubomi...Tenemos que ir con mamá ¿Bien?; Tanaka-San nos acompañará, así que estamos seguras...

Los minutos pasaron, con una lentitud que los hizo parecer incluso horas, más, aún así, las dos Kunoichi, acompañadas por Tanaka, habían logrado llegar a lo que parecía ser una suerte de escondite subterráneo, oculto entre un sinfín de Jutsus de barrera, los cuales fueron fácilmente desactivados no por el Jōnin que les acompañaba, sino por Misuzu...

¡Has tardado demasiado, Sensei!
¡¿Qué se supone qué ocurrió?!

Aquellas palabras, resonantes, dirigidas hacia Tanaka por parte de uno de sus Alumnos, no habían hecho más que lograr molestar a Misuzu, quien, tras restaurar las barreras que resguardaban aquella suerte de lugar secreto, no pudo hacer más que contenerse, para no terminar por alterarse por culpa de su compañero...

Tanaka: El camino ha estado bastante despejado...De todas maneras, toda la zona alrededor del bosque parece estar atestada de ninjas de la aldea de la hoja...AMBU, en su mayoría...Más allá de todo eso...Deberías aprender a moderar tu voz, Sora...Alguien podría haber escuchado tus gritos...

Sora: ¡Vamos, Vamos! Al final, de nada serviría que nos escuchen; tenemos la fuera suficiente como para derrotar a todos esos sujetos sin utilizar ninguna clase de Jutsu...¿No es así?

Caminando desde el fondo de aquella oscura habitación, un individuo más apareció, trayendo entre sus brazos lo que, a simple vista, parecía ser un cuerpo...

Tanaka: ¿Haz podido cerrar sus heridas?

???: S-Sí, pero...Realmente, no sé cuanto tiempo estará inconsciente...Perdió demasiada sangre en el tiempo que tardamos en trasladarla hasta aquí.

De entre las sombras, la figura de aquél hombre, vestido de pies a cabeza con un largo abrigo negro, llevando en sus brazos el inconsciente cuerpo de una mujer, con sus ropajes manchados por su propia sangre...

¿Yorumaru?

Aquellas palabras, apenas susurradas por Tsubomi, habían pasado por alto entre las personas que se encontraban en aquella habitación, quien no pudo hacer más que exaltarse al ver que la mujer que éste llevaba en sus brazos era, en efecto, su madre...

Misuzu: ¡M-Mamá!

De un momento a otro, tras ver que aquella herida mujer era su madre, tanto Misuzu como Tsubomi corrieron hacia ésta, tomándola de los brazos de Yorumaru, siendo sostenidas por ambas, mientras, adoloridas, no podían hacer más que dejar caer sus lágrimas sobre ella...

Misuzu: ¡¿Q-Qué le ha pasado?!

Tanaka: Lo siento...Creo que no podemos saber exactamente lo que pasó...La encontramos cerca de éste lugar, con una energía vagamente suficiente como para mantenerse de pie...Supongo que fue un golpe de suerte que la encontráramos a tiempo...

Totalmente fuera de lugar, Sora, tratando de animar a Misuzu y Tsubomi, fue detenido por Yorumaru, quien, tomándolo por su hombro derecho, evitó que éste se acercara a ambas hermanas, sabiendo que no haría más que empeorar la ya caótica situación que les rodeaba...

Yorumaru: No es momento para bromear, Nakamura...

Misuzu: ¡¿Dónde la han encontrado?!

Totalmente exaltada, Misuzu se puso de pie, dirigiéndose hacia sus compañeros, con una ira mayor a su tristeza, preguntándoles a éstos, con una rabia descomunal, qué había pasado con su madre, y dónde la habían encontrado...

Sora: L-La hemos encontrado cerca del bosque...No muy lejos de su hogar...

Caminando con una calma inmensurable, Tanaka, totalmente en silencio, se acercó a Tsubomi, y arrodillándose junto a ésta, pronunció unas calmadas palabras...

No hay nada que temer...Ella mejorará; no son más que heridas superficiales...
¿No es así, Yorumaru?

Respondiendo, con palabras ahogadas, Yorumaru afirmó que lo que su maestro había dicho era, en efecto, verdad, asegurando así, a la par con Tanaka, que la madre de Tsubomi y Misuzu se encontraba estable en aquél instante...

Un imparable estruendo había empezado a emerger del exterior de aquella base, con el correr de los segundos, alertando a quienes se encontraban dentro de éste, poniendo en guardia a los tres compañeros, dejando detrás a Tanaka, quien, también alerta, trataba de mantener seguras a Tsubomi y su madre...

Tanaka: ¡Misuzu, Sora, Yorumaru! ¡Traten de mantener la barrera!

Yorumaru: ¡¿Qué se supone que hace?! ¡Esos sujetos están justo frente a la barrera de Misuzu! Si ellos logran romperla, simplemente les van....¡Simplemente lograrán entrar!

Indignado por la petición de su maestro, Yorumaru no pudo hacer más que, acatando las ordenes de su maestro, dirigirse a la entrada de aquella base, colocando sus manos, junto a éstos, sobre la roca que, simulando una puerta para la misma, era la fuente de la barrera que, a duras penas, les estaba protegiendo de sus enemigos...

Misuzu: ¡Ésto no resistirá por mucho tiempo! ¡Debemos movernos rápido de aquí!

Poniéndose rápidamente de pie, haciendo aparecer una vez más sus marionetas, Tanaka apartó a sus alumnos de aquella inestable entrada, cubriéndola completamente con sus enormes muñecos que, sin más, quedaron adheridos en aquél lugar...

Tanaka: Dudo que tengamos más tiempo del que hubiéramos tenido si seguían reforzando la barrera, pero...Será suficiente para irnos de aquí...

Dejando a sus marionetas sujetas a aquella pared, a punto de romperse, Tanaka, junto a sus alumnos, se retiró de aquél lugar, llevando consigo, en brazos, y con ayuda de Yorumaru, a Tsubomi y a su madre...

Yorumaru: ¡¿A dónde se supone que iremos ahora?!

Adelantándose a sus compañeros, Sora corrió hasta toparse con una pared, la cual obstaculizaba el paso hacia el exterior de aquella base...

¡Cúbranse!

Riendo a carcajadas, tras pronunciar aquella animada y simple palabra, Sora no hizo más que colocar sus manos sobre la pared, la cual, tras pocos segundos de mantenerse en aquella posición, no hizo más que ceder, entre una nube de polvo y escombros...

Sora: ¡Estoy seguro de que no podrían haberlo hecho mejor!

Siguiendo con su camino, los Shinobis habían conseguido salir de su refugio, el cual, entre explosiones, había desaparecido, pocos minutos después de que éstos habían logrado escapar...

Tanaka: No hay más remedio; deberemos ir con el Raikage...

De un momento a otro, Tanaka y los demás se habían visto rodeados por los Shinobis que les seguían, quienes, de alguna manera, parecían haber utilizado la irrupción a su base como una simple distracción, para hacerlos salir de su único refugio...

Sora: Una emboscada...(Suspirando) Al final, el que haya gastado tanto Chakra en destruir esa pared fue en vano...

Yorumaru: N-Nakamura...

Interponiéndose entre sus alumnos y aquellos Shinobis y dejando primero que Tsubomi se pusiera de pie, siendo que él la llevaba en sus brazos, Tanaka, mirando fijamente las máscaras de aquellos sujetos, se dirigió a éstos, con una notable ira...

Tanaka: Ustedes son Shinobis de Konoha...¡Se supone que somos aliados! ¡¿Por qué están atacándonos?!

Al escuchar las palabras de Tanaka, uno de los Shinobis, totalmente cubierto por un manto negro, y escondiendo su rostro detrás de una máscara, típica de los ANBU de Konoha, dio un paso adelante, dejando atrás a sus compañeros, dirigiéndose, por su cuenta, hacia Tanaka...

???: El País del Rayo ha estado incumpliendo con las órdenes de su propio señor Feudal...Nosotros somos el apoyo vecino...

Tanaka: ¿Incumpliendo con sus órdenes? ¡¿Acaso todos somos culpables de que esos criminales hayan traicionado al Señor Feudal?!

Sin moverse de aquél lugar, Tanaka se mantuvo firme, manteniéndose aún frente a sus alumnos, con la esperanza de que, si sus enemigos atacaban, éste sería el primer en recibir todos sus ataques, y éstos, sus compañeros, podrían escapar...

???: Lo lamento; los asesinatos realizados por las fuerzas especiales a cargo del pequeño amigo del Raikage no son lo único que preocupan a nuestro Señor Feudal...

Caminando hasta encontrarse a pocos centímetros de Yorumaru, Sora y Misuzu, aquél ANBU se dirigió una vez más hacia Tanaka, mientras veía de reojo a sus alumnos...

???: ...Además...Ustedes han estado huyendo de nosotros ¿No es así?...Pase lo que Pase...Incluso el Raikage creerá que ustedes realmente debían ser castigados...

Invocando un Kunai en su mano, el ANBU empezó a caminar de espaldas, sin apartar la vista de Tanaka y sus alumnos, dirigiéndose así hacia uno de sus compañeros; un ninja sensor...

???: Esa inmensa masa de Chakra...¿De quién es?

Exaltado, tras escuchar aquellas palabras por parte del ANBU, Tanaka, sin nada que pudiera hacer, se limitó a permanecer firme frente a éste y sus alumnos, mientras seguía escuchando las palabras de sus contrincantes...

Viene de esa niña...
...No tengo duda alguna de ello.

Tratando de contener cualquier clase de respuesta por su parte, Tanaka, sin prestar atención a los llamados que hacia él hacían sus alumnos, no hizo más que mantenerse centrado en las palabras de aquellos Shinobis, que, aunque no le eran útiles en su totalidad, parecían hacerlo pensar de la manera en que éstos trataban de hacerlo, más no hacían más que, además, llenar su cabeza con una única duda; Ese Chakra...¿Cómo puede venir de una niña tan pequeña como ella?

???: Bien...Entonces...¿Somos aliados, no es así?

Aquellas palabras, dichas por el ANBU que había estado hablando con Tanaka desde hacía ya varios minutos, pronunciadas en un notable tono de burla, no hicieron más que alarmar a Yorumaru, Sora y Misuzu, ésta última sujetando a su hermana, temerosa de que quisieran hacerle daño...

Tanaka: Eso supongo...

???: Realmente sería una lástima que nuestras naciones se vieran afectadas por un simple acto irracional por parte de cualquiera de las dos facciones ¿verdad?

Colocando su mano levemente sobre uno de sus bolsillos, Tanaka, totalmente preparado para atacar a aquellos Shinobis en caso de que fuera necesario, no hizo más que asentir cuidadosamente con su cabeza, mientras observaba la sucia máscara de su interlocutor...

Yorumaru: S-Sensei...

Tanaka: Guarda silencio, Yorumaru...

De un momento a otro, sin que Tanaka pudiera siquiera formular palabra alguna, aquél ANBU, con una apariencia totalmente amenazadora, se encontraba frente a Yorumaru, solo separado de éste por unos pocos pasos...

???: Pareces preocupado...Bien, pequeño...¿Te preocupa tu maestro? ¿Te preocupa tu vida? ¿O acaso te preocupan tus compañeros?

Sin decir palabra alguna ante el ANBU, Yorumaru no hizo más que mantenerse de pie frente a éste, sin saber lo que éste quería, preocupado por lo que éste podría hacerle a él o a sus compañeros...

Sora: ¡Aléjate de él!

Exaltado, Sora no hizo más que dirigirse directamente a aquél Shinobi, con la esperanza de que sus palabras lo hicieran en verdad alejarse de su compañero, a quien rara vez siquiera pensaría en ayudar...

Tanaka: Tranquilízate, Nakamura...

Sora: ¿¡Cómo demonios quieres que me Tranquilice!? ¡Éste sujeto solo va a-

Interrumpido por la aparición de la amenazadora figura del ANBU frente a él, Sora, totalmente inmóvil, no pudo hacer más que observar como aquél sujeto, en tan solo segundos, había empuñado un Kunai...

Deberías de prestar más atención a lo que tus superiores te ordenan...
¡Solo observa lo que puede pasarte de hacer lo contrario!

Levantando su brazo con brusquedad, el ANBU, sin piedad alguna, se había dispuesto a acabar con la vida de Sora, utilizando aquél Kunai, empleándolo con la misma velocidad con la que lo había hecho aparecer...

¡Nakamura!

Su nombre, emergido de la nada en un tono ensordecedor, había resonado en aquél bosque, sobre cuyo suelo se había plasmado una claramente visible capa de sangre, de una tonalidad café...No parecían ser más que los residuos putrefactos de una vieja herida; no era, en efecto, lo que podría ser llamado una capa de sangre líquida, sino una seca y grumosa costra ennegrecida sobre el suelo...

???: ¿C-Cómo...?

Aquellas palabras, llenas de dudas y temor, habían sido pronunciadas en un tono más que audible por los compañeros de aquél ANBU, que ahora, sin más, se encontraba no solo muerto, solo manteniéndose de pie debido a que su cuerpo, ahora inerte, había logrado decaer sobre Sora...

???: ¡¿Q-Qué le han hecho?!

De un momento a otro, Sora habría hecho que el cuerpo de aquél hombre, muerto por una razón que aún desconocía, cayera al suelo, justo sobre la suerte de alfombra que su sangre había colocado sobre el suelo frente a él...

Misuzu: S-Sensei...

Tanaka: Manténganse unidos...

Sin saber lo que estaba ocurriendo, ni la razón por la que su compañero había muerto, otro de los ANBU, aquél que, colerizado, había gritado por respuestas, en cuanto a aquella pérdida que frente a sus ojos había sucedido, empuñó una Katana, la cual desenfundó desde el interior de la negra capa que le cubría...

¡¿Qué demonios le han hecho?!

Empuñando con ambas manos su afilada Katana, el shinobi siguió insistiendo con sus preguntas, mientras sus asustados compañeros no hacían más que notar como la notable capa de sangre sobre el suelo se hacía cada vez más grande; la sangre de aquél colérico ANBU parecía estar siendo succionada por el suelo, o por lo menos, por el cadáver de su viejo amigo...

Pocos segundos pasaron para que él también se diera cuenta, al igual que sus compañeros, de la inmensa cantidad de sangre que había abandonado su cuerpo, y que ahora cubría enteramente el suelo sobre el cual estaba parado...

Tanaka: (Pensando) ¿Q-Qué se supone que está pasando?

El ANBU, pocos instantes después de percatarse de la gruesa alfombra roja que su sangre había formado para él, cayó al suelo, de la misma manera en la que su compañero lo había hecho, más, a diferencia de éste, él no solo parecía haber sido despojado de su sangre...

Tanaka: S-Su cuerpo...

Misuzu: Sensei...¿Q-Qué es lo que está pasando?

El cuerpo del ANBU, tendido de pies a cabeza sobre su ennegrecida sangre, parecía haberse podrido por completo; sus huesos eran totalmente visibles por debajo de su piel, y cualquier clase de tejido debajo de la misma parecía haber sido extraída de su interior...

Misuzu: ¿¡T-Tsubomi!?

Escuchando vagamente las palabras de Tanaka y sus alumnos, y perdiendo gradualmente la visión, Tsubomi, quien se encontraba de pie, junto a su hermana, había perdido la consciencia y caído al suelo, a pocos metros de los cuerpos de aquellos ANBU...

¡Esa niña es la que está haciendo todo ésto!

El ninja sensor que se encontraba acompañando a aquél grupo ANBU había hecho una estruendosa afirmación hacia sus compañeros, señalando que aquellas muertes que entre su equipo habían ocurrido no habían sido causadas más que por la pequeña niña que, ahora inconsciente, acompañaba al grupo de ninjas que, liderados por Tanaka, se habían topado con ellos...

Mientras se arrodillaba, para ayudar a su hermana, lo único que Misuzu pudo hacer fue escuchar como, en un estruendoso grito, uno de los tres últimos ANBU que frente a ellos se encontraba formulaba una técnica...

¡Elemento Fuego: Gran Bola de Fuego!
Caballo → Tigre → Carnero → Mono → Jabalí → Caballo → Tigre

Una vez aquél Shinobi había comenzado con su técnica, una enorme masa de fuego se vio expulsada por su boca, dirigiéndose directamente hacia Tanaka y los demás...

Yorumaru: ¡Jutsu de Invocación!

Interponiéndose entre el jutsu de su enemigo y sus compañeros, Yorumaru hizo aparecer de entre una espesa nube de humo sus armas, dos oxidadas Kusarigamas, con las cuales no solo interceptó aquella esfera de fuego, sino que la hizo desaparecer por completo...

Sora: ¡Elemento Agua: Olas Furiosas!
Dragon → Buey → Liebre

Saltando por encima de su compañero, mientras realizaba sus sellos manuales, Sora, situándose ahora frente a su enemigo, dejó escapar de su boca una inmensa cantidad de agua, la cual, con una elevada presión, terminó por derribarlo a él y a otro de sus compañeros, quedando solo uno de ellos en Pie...

Tanaka: ¡Sora, Yorumaru; detrás de ustedes!

De entre las aguas creadas por el jutsu de Sora, justo detrás de él y Yorumaru, el ANBU que restaba de entre aquél pequeño grupo había aparecido, realizando una serie de sellos manuales una vez se vio lo suficientemente cerca de su objetivo...

¡Elemento Rayo: Ola de Inspiración!
Perro → Jabalí → Carnero → Rata

Lanzando un Kunai hacia el agua que cubría los pies de Sora y Yorumaru, el cual se encontraba completamente cubierto por los rayos producidos por su Jutsu, aquél Shinobi quiso aprovecharse del jutsu de su contrincante para eliminarlos a él y su compañero...

¡Elemento Agua: Gran Barrera Acuática!

Solo pronunciando aquellas palabras, manteniendo su mirada fija en la escena que frente a sus ojos se llevaba a cabo, observando como la electricidad generada por el Jutsu enemigo se iba extendiendo por el charco que cubría los pies de sus compañeros, Misuzu, mediante su propio Jutsu, retiró el agua que se encontraba debajo de Sora y Yorumaru, formando con ésta una pared, que terminaría por dirigirse hacia el ANBU...

Tras ser impactado no solo por la inmensa pared de agua generada por Misuzu, sino también por su propio Jutsu, aquél Shinobi cayó al suelo, rompiendo el silencio que se ceñía sobre aquél extrañamente pacífico campo de batalla con un estruendoso caer...

Sora: T-Todo...Terminó...¿Verdad?

Tanaka: Eso parece...Misuzu ¿Están ellas bien?

Desde hacía ya varios minutos, Misuzu se encontraba cuidando no solo de su hermana, sino también de su madre, quien aún se encontraba inconsciente...

Misuzu: S-Sí...Están bien; pero...Tsubomi se ha desmayado...S-Sensei...

Una vez más, un silencio puro había cubierto aquél desolado lugar, ciñéndose sobre Tanaka y sus alumnos...

...Aún así, aquél silencio terminó por verse totalmente desvanecido; una bomba de humo, la cual habría sido lanzada desde las ruinas de lo que había sido el refugio del equipo de Tanaka, había impactado justo a un lado de sus alumnos, cubriéndoles por completo con una espesa capa de aquél blanquecino gas...

Gritos de dolor parecían escurrirse entre las nubes que aquella bomba de humo había formado, no haciendo más que alarmar a Tanaka, quien, preocupado por lo que podría estar ocurriendo con sus alumnos, así como con la madre y hermana de Tsubomi...

Tanaka: ¡Manténganse juntos!

Entre gritos, aquella espesa niebla blanca había comenzado a convertirse en una bruma negra, la cual terminaría por volverse una pantalla enteramente ennegrecida, en la cual solo lograban penetrar los gritos y órdenes de Tanaka y sus alumnos...

Poco a poco, aquella bruma había desaparecido; la gruesa pantalla negra que había cubierto enteramente aquél ahora desolado lugar se había hecho a un lado, mientras Tsubomi, despertaba, abría sus ojos...

¿Cómo pude olvidar algo como eso?

Aquellas palabras, dichas por un cansado Yorumaru, de rodillas, en el suelo, justo frente a ella, no habían hecho más que lograr dibujar una casi invisible sonrisa en el rostro de Tsubomi, mientras, agotada del todo, terminaba por caer sobre los hombros de éste...

Yorumaru: Lo siento; al final, parece que no podré ver la razón por la que viniste...

Levantándose, y llevando en sus brazos a Tsubomi, Yorumaru se dirigió junto a ésta a la pequeña habitación que Kozuke y Shiro habían accedido a cederle, dejándola sobre su blanca y pequeña cama...

Sin mirar a sus espaldas, Yorumaru salió de la habitación, dirigiéndose una vez más hacia el gran salón, dónde, como de costumbre, nadie le esperaba; sin más, tomó asiento en aquella misma vieja silla donde minutos antes había estado sentado, mucho antes de que Shiro y Kozuke dejarán también aquella habitación...

Yorumaru: (Pensando) No comprendo...

Acomodándose en aquella vieja silla de madera, mirando hacia el elevado techo de la mansión, Yorumaru no hizo más que obviar el resto de cosas que a su alrededor se encontraban, y centrándose en aquellas tantas memorias que había decidido olvidar, terminó por hacerse una pregunta a sí mismo, mientras trataba de rememorar por su propia cuenta los días en los que aún podía llamarse a sí mismo como un miembro del equipo Tanaka...

...Así como yo lo he hecho...
¿Ustedes me han olvidado también?

Opening/Ending

daze
デイズ
Duración: 3:52 min


Imagination Forest
想像フォレスト
Duración: 4:13 min


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